PROYECTO MINERA DOMINGA
SEÑOR DIRECTOR
El megaproyecto minero Dominga ha enfrentado varios rechazos. El primero fue a su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) en marzo de 2017 por la Comisión de Evaluación Ambiental Regional. La segunda fue cuando la empresa Andes Iron apeló por el rechazo de la RCA al Consejo de Ministros, que en agosto de 2017 también rechazó el proyecto. Tras el segundo rechazo, Andes Iron presentó una reclamación ante el Tribunal Ambiental de Antofagasta, el cual en una decisión inédita llamó a una conciliación entre el Servicio de Evaluación Ambiental y la empresa. Ante ello, la nueva ministra del Medio Ambiente, Marcela Cubillos, desahució la conciliación, fundamentando que la institucionalidad ambiental no está para conciliar condiciones ambientales sino para aplicar normas y llamó al Tribunal a atenerse a su rol de decretar la legalidad o ilegalidad de la decisión del Comité de Ministros.
La férrea oposición se funda en los graves impactos que provocaría en la flora y fauna de la zona ecológica donde habita el 80% de la población mundial del Pingüino de Humboldt y otras especies de alto valor ambiental. Esto, en un contexto donde la participación ciudadana fue cooptada por la empresa mediante la compra de voluntades de dirigentes y organizaciones, insultando los procedimientos de participación establecidos en el SEIA.
Los rechazos reiterados a Dominga y el tiempo que ha dedicado la institucionalidad pública reflejan una falencia que sufre el SEIA al no aplicar el rechazo o suspender la evaluación de proyectos mal elaborados, carentes de información, con datos erróneos o incompletos y por carecer de condiciones de ordenamiento territorial. Por ello es acertado que el Ministerio de Medio Ambiente haya rechazado la conciliación obligando a dicha corte a pronunciarse sobre la forma y el fondo de esta causa. Sara Larraín