Ley Zamudio suma 303 causas y 71 sentencias en 5 años
Según expertos, el bajo número de causas terminadas responde a falencias en la ley que deben ser reformadas.
Al cumplirse hoy seis años del asesinato del joven Daniel Zamudio en el Parque San Borja, y a cinco años y ocho meses de la entrada en vigencia de la ley contra la discriminación que lleva su nombre, solo un 22,7% de las causas ingresadas a la justicia, en que se ha invocado, han terminado efectivamente en una sentencia. Según los datos recopilados desde julio de 2012 a noviembre de 2017, se ingresaron 330 causas a la justicia civil, 71 de las cuales terminaron en una sentencia.
A juicio del presidente de Fundación Iguales, Juan Enrique Pi, esta baja cifra es consecuencia de una ley que debe ser perfeccionada, promesa de campaña del actual gobierno. “El principal problema es que la víctima no tiene ninguna reparación, solo busca castigar con una multa que no es muy alta, sin posibilidad para la víctima de reclamar una indemnización de perjuicio o daño moral por la vulneración y el daño de haber sido discriminado. Ante esto, muchos desisten de la acción judicial antes de estar pagando abogados, en un trámite largo y donde el infractor solo recibe una multa”, señala Pi.
Según la ley, se estipula como sanción una multa al infractor que va desde los cinco a las 50 UTM como máximo ($ 2 millones 365 mil), de beneficio fiscal en caso de discriminar a otro por razones de raza, condición, ideología, sexo, orientación sexual, identidad de género, apariencia o discapacidad.
A pesar de ello, Pi sostiene que en la práctica, la ley ha demostrado ser “claramente insuficiente”, pues a casi seis años de su promulgación “todavía vemos discriminación en todos los espacios sociales en que se desenvuelve no solo la diversidad sexual, también los pueblos originarios y los migrantes. Por eso, no basta con imponer sanciones. También necesitamos una institucionalidad encargada de educar y prevenir ”.
Deficiencias
Mauricio Tapia, profesor de Derecho Civil de la U. de Chile, sostiene que la Ley Zamudio es, sin duda, un avance para el país, pero que debe ser revisada, perfeccionada y complementada con la Ley de Incitación al Odio que duerme en el Congreso.
El académico concuerda en la dificultad que representa para las víctimas probar el acto discriminatorio. “Todas las acciones u omisiones discriminatorias tienen esa dificultad probatoria, y por otra parte la ley contiene ciertos defectos que hace que ciertas discriminaciones, incluso, puedan justificarse”, señala Tapia.
“Hay una preeminencia de la libertad de culto por sobre las garantías, lo que para mí es inconstitucional. Podría esgrimirse como motivo legítimo de discriminación la creencia religiosa, y en base a eso, por ejemplo, prohibir que una persona homosexual entrara a una organización religiosa”, agregó.
Daniel Martorell, profesor de Derecho Penal de la UC, sostiene que la ley es perfectible. “Claramente, hay que entrar a modificar esta norma para dotarla de un valoración probatoria distinta, ya que hay una dificultad para acreditar (la discriminación)”, sostiene Martorell.
Según las ONG pro diversidad, la carga de la prueba sigue estando en la víctima, e incluso se sanciona a quien no puede acreditar la discriminación. “En caso de no poder acreditar la discriminación, la ley puede multar a la víctima, lo que claramente es un desincentivo para que la gente persevere en su acción de perseguir justicia”, agrega Óscar Rementería, vocero del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
Monumento para Daniel
Para conmemorar la muerte de Daniel Zamudio, en el frontis del Teatro de la U. de Chile, en el Metro Baquedano, se realizará una velatón para conmemorar su asesinato. Sin embargo, la Fundación Zamudio y la Fundación Iguales buscan un reconocimiento mayor y permanente.
Ambos organismos, el primero liderado por el padre de Daniel, están a la espera del pronunciamiento del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) y del municipio de Santiago para declarar como Monumento Nacional el sitio exacto donde Daniel fue atacado el 3 de marzo de 2012, en medio del Parque San Borja, y donde hoy hay una animita, una cruz y algunas flores para recordarlo.
La idea de la familia y de Iguales es que el sitio sea protegido por el Estado como el primer reconocimiento de este tipo en conmemoración de la diversidad sexual en Chile. La solicitud fue realizada a mediados de diciembre de 2017 y se esperaba fuera aprobada antes de este nuevo aniversario de su muerte.
Ana Paz Cárdenas, secretaria técnica del CNM, señaló que “el caso se encuentra en evaluación conformando el expediente, dada esta situación aún no ha sido presentada la solicitud ante los consejeros en sesión de consejo”. Respecto de la posibilidad de que la solicitud se haga efectiva, dijo que “es una decisión del organismo colegiado dirimir si existen argumentos, en términos de valores que ameriten tal declaratoria. Aún no existe pronunciamiento, pero existe voluntad de avanzar en una resolución prontamente”.
Desde fundación Iguales se señaló que falta el pronunciamiento del municipio de Santiago, quien se habría comprometido “como dueño de casa” a discutir la idea entre las juntas de vecinos del sector, gestión que estaría en estudio, según informaron desde el municipio,
En tanto, el Movilh homenajeará a las víctimas fatales de la homofobia y las transfobia hoy a las 11.30 horas en el Memorial de la Diversidad, lugar donde descansan los restos del joven a la entrada del Cementerio General. El memorial tiene placas de 37 víctimas, a las que se sumarán hoy otras dos víctimas de 2017 y una tercera asesinada en dictadura por ser homosexual. ●