Eriksen, el rojo
El volante creativo del Tottenham es capitán y principal estrella del conjunto danés que hoy recibe a Chile.
Cuando Christian Eriksen (26) tenía 16 años, solía elegirse así mismo en el juego FIFA. Nada de Messi ni Cristiano. Eriksen. Pero el joven volante, que en ese entonces militaba en el Ajax bajo las órdenes de Dennis Bergkamp, sufría: en la consola no era tan bueno como en la vida real. Cada partido que jugaba lo perdía inexorablemente por su insistencia en conducir el balón solo con su yo virtual.
Diez años después de su ruptura con la play, al danés ya no le importan tales nimiedades. Clasificó a su país al Mundial anotando un triplete en la victoria de Dinamarca ante Irlanda, en Du- blin; y es considerado como uno de los mejores volantes creativos en la Premier League, gracias a su buen presente con el Tottenham.
Será el nacido en Middelfart quien intentará hoy frenar los ánimos de reconstrucción chilenos en orden de preparar a su selección de la mejor manera para Rusia. Como capitán y única estrella del equipo, Eriksen hace suya la faceta de caudillo, el encargado de abanderar a un grupo de jugadores que se apoya en su excelsa calidad. Tal como Portugal lo hace con Cristiano, y anteriormente Suecia con Ibrahimovic.
Su reciente clasificación al Mundial y el gran crecimiento que ha tenido con los Spurs desde que llegó en 2013, evidencian que está más que capacitado para liderar a todo un país. Porque vive el fútbol desde que tiene dos años.
Sus padres eran entrenadores en el club del pueblo y pronto se vio enfrentado a niños de cinco años cuando apenas tenía 24 meses de edad. Así comenzaba a concebir el deporte como parte fundamental en su carrera, algo que lo acompañaría toda su vida.
Los desafíos con los que el señor Eriksen encaraba a su hijo fueron los que desarrollaron la técnica con la que ahora deslumbra en una de las ligas más importantes del mundo. Moldeó su juego con la influencia de Bergkamp y terminó de pulirlo gracias al trabajo de Poch, quien lo convirtió, a diferencia de sus héroes de infancia, los hermanos Laudrup y Francesco Totti, en un jugador que también sabe defender.
Su bajo perfil y lejanía del marketing que envuelve a jugadores como Mesut Özil o Kevin de Bruyne no evita que tenga números similares o superiores. Tomando en cuenta las dos últimas temporadas de la liga inglesa, sólo el belga lo supera en asistencias (32) y oportunidades de gol creadas (41), mientras que el danés acumula 23 y 29, respectivamente.
Si bien desde su llegada al norte de Londres no ha podido ganar títulos —no como en el Ajax, donde obtuvo tres ligas y dos copas— el mediocampista ha influido con 38 goles y 46 asistencias en la nueva era del club capitalino, con el que logró el subcampeonato el año pasado, y que pelea por meterse en la final de la FA Cup.
Ése es Christian Eriksen. El que ahora no tiene problemas en usar a otro jugador en la consola. El que en la vida real conduce la pelota para llevar a una nación entera a la gloria. ●