DESENLACE DE LA DEMANDA MARÍTIMA DE BOLIVIA
SEÑOR DIRECTOR
Concluida la fase de los alegatos orales, las especulaciones giran en torno a las conclusiones a las que arribará la Corte Internacional de Justicia en su sentencia final. Seguramente aplicará una fórmula que no se aparte de las normas del derecho internacional, recurriendo a las fuentes establecidas en el artículo 38 de su Estatuto, entre las cuales se encuentra la escasa jurisprudencia sobre los actos jurídicos unilaterales. Por ello, no cabe descartar que busque obligar o exhortar a las partes a continuar negociando un mayor acceso de Bolivia al Océano Pacífico. En otras palabras, a retornar la a Agenda de 13 puntos.
Esta posibilidad fue admitida por el abogado español Antonio Remiro Brotons, uno de los principales litigantes que asisten al gobierno boliviano, en una entrevista que concedió al diario La Razón de Bolivia el 9 de abril de 2015, en orden a que en ese caso dicha obligación de negociar “persistirá y vivirá en el tiempo”. También dejó entrever esta posibilidad el anterior presidente de la Corte, Peter Tomka, cuando se iniciaba dicho juicio en 2013, expresando que la “frontera entre los dos países no la vamos a resolver (…). La Corte tendrá que decidir si Chile asumió en el pasado una obligación de conceder una salida soberana al mar y si ha cumplido con esa obligación”. En caso contrario, añadió como ejemplo lo sucedido en 1997 en el caso de Hungría contra Eslovaquia por la construcción de las represas hidroeléctricas Gabcikovo-Nagymaros, ocasión en que la CIJ obligó a las partes a negociar de buena fe el cumplimiento de un tratado que firmaron 20 años antes. Ese juicio que se inició en 1993 todavía está pendiente.
Luego de este eventual desenlace, Evo Morales indudablemente proseguirá con su show mediático considerándose triunfador. A fin de cuentas, no tenía nada que perder. En resumen, pienso que tendremos Evo para rato, ya que cree que esta aspiración es “irrenunciable”. El excanciller Muñoz coincide con esta apreciación. Jaime Lagos