Guede pide paciencia

El técnico de Colo Colo se adelanta al muro que le planteará Delfín en el Monumental. Los albos están obligados a sumar su primer triunfo en la Copa. El estratega transandino esperará a Jaime Valdés hasta último momento y juega al misterio con la inclusió

Colo Colo está obligado a ganarle a Delfín para seguir aspirando a la clasificación en la Libertadores. Pablo Guede se refugia en las estadísticas para negarse a esa realidad. “Después del partido quedarán nueve puntos”, afirma el estratega en el Monumental. Un escenario que albegará un partido decisivo, por más que el técnico eluda el término y prefiera desligarse de la presión que implica sumar perentoriamente.

Esta noche, no sólo está en juego parte del futuro deportivo del club. Lo económico también importa, y mucho: Blanco y Negro perdió más de tres mil millones de pesos en 2017 y pasar a octavos de final le reportaría US$ 750 mil, más la recaudación del eventual partido. Cifras indispensables para aminorar las pérdidas.

Los albos reciben al rival más débil de su grupo, Delfín. El del nombre curioso que nace por su residencia en Manta, uno de los principales puertos de Ecuador, y por la afinidad de sus pescadores con el mamífero que suele acompañarlos en sus travesías.

Guede, en cambio, prefiere relativizar los antecedentes. “No creo que sean el más débil del grupo. Le hacen partidos a todos. Contra Bolívar y Nacional. A Bolívar le habrían podido ganar y contra Nacional los desarmó la expulsión. De fácil, nada. De que están un peldaño por debajo nuestro, nada. Ellos saben a lo que juegan y lo hacen muy bien”, asegura el argentino.

Como sea, Delfín mostrará una disposición defensiva. Ya en la previa, han señalado abiertamente que son un equipo chico y el Cacique es el grande. ¿Honestidad o un traspaso de presión? Quizás las dos cosas. El elenco ecuatoriano es un equipo físico, y aunque perdió por lesión a Roberto Ordóñez, su principal figura, la envergadura y potencia física son factores que favorecen la táctica de esperar y contragolpear que emplearán en Pedreros.

Un panorama que Guede avizora y ante el que pide un elemento clave. A sus jugadores y al público que llegará al recinto de Macul. “En todos los partidos el remate de media distancia es una opción, pero creo que lo más importante va a ser la paciencia. Mover la pelota rápido. Ahí los espacios aparecen. Tiene que ser con mucha paciencia con la pelota y muy rápidas las transiciones de ataque a defensa”, expone, anticipándose a un escenario complejo que podría agravarse si va acompañado de la desesperación de los fanáticos.

El entrenador del Cacique justifica el plan de juego que expondrá esta noche. “Cada vez que atacas rápido, la pelota vuelve rápido. Espacios pueden aparecer al toque cuatro o al toque 25. Viene un equipo a jugar de la manera que más nos complica a nosotros. No va a ser tan fácil”, analiza.

Eso sí, la formación inicial la mantiene en estricto secreto. El entrenador albo no da pistas. Dice que es casi una obviedad. Por ejemplo, descarta confirmar la presencia de Julio Barroso, ya recuperado de los problemas físicos que le impidieron jugar ante la UC. Lo que sí asegura es que ha preparado muchas variantes para enfrentar el planteamiento de Sanguinetti y las variantes que oponga. “No voy a decir si Barroso juega. Es el jugador que más jugó desde que llegué. ¿Qué puede aportar? Está a la vista. Pero ésa es la clave para decir si voy a jugar con tres o con cuatro. No lo voy a contar. No me interesa darle pistas al rival. Sí puedo decir que las hemos trabajado todas. Podemos jugar con tres y con cuatro”, sostiene, entre risas, para enredar, aferrado a un ocultismo que considera indispensable en la alta competencia.

Guede tiene aún una duda clave: no sabe si contará con Jaime Valdés, una pieza clave para el funcionamiento de su escuadra. Pajarito teminó aproblemado después del partido frente a los cruzados. Guede dice que lo esperará hasta último momento, pero lo más seguro es que lo sustituya César Pinares, uno que superó sus molestias en el momento ideal.b