El gobierno cumple un mes y alista una ofensiva legislativa
El Ejecutivo pretende enviar progresivamente una serie de iniciativas al Congreso, como las indicaciones a la ley de migraciones, un proyecto proinversión, reforma a las isapres, cambios a la normativa de fármacos y la propuesta para reemplazar al CAE.
“El primer mes fue para instalar en la opinión pública los grandes acuerdos”. Eso comentan fuentes de La Moneda sobre el diseño para las primeras cuatro semanas del segundo gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Esto, haciendo alusión al llamado transversal que hizo el Mandatario para concretar cinco acuerdos nacionales y sacar adelante una serie de iniciativas.
Las mismas fuentes señalan que ahora la apuesta comunicacional es profundizar las temáticas de los consensos a través del despliegue de diferentes ministros sectoriales, quienes apostarán por profundizar en diferentes áreas.
Junto con lo anterior, en el Ejecutivo quieren comenzar a instalar su propia agenda e impulsar su programa de gobierno. En ese sentido, el “primer hito”, dicen fuentes de la Segpres, fue ingresar el miércoles el primer mensaje presidencial del gobierno de Piñera: el que permite el aumento de las subvenciones para organismos colaboradores del Sename. “Con el ingreso del proyecto se inició la etapa del despliegue de la agenda propia”, señala un ministro.
Ahora, el siguiente paso es comenzar a enviar“progresiva m en comenzar te” una serie de proyectos de ley, entre ellos, la indicación que modifica la Ley Antiterrorista -ingresada el jueves pasado-, que fue anunciada por el jefe de Estado el viernes 23 de marzo en el marco de su visita a La Araucanía.
Además, esta semana que viene continuarán con introducir al Congreso las indicaciones a la ley de migraciones. Esto, luego de que el ministro del Interior, Andrés Chadwick, y el subsecretario de la misma cartera, Rodrigo Ubilla, asistieran a las comisiones de Gobierno Interior del Senado y de la Cámara para explicar los alcances de la iniciativa. De igual manera, buscan sacar adelante un proyecto proinversión que está siendo trabajado por el Ministerio de Economía y que también se estaría alistando para ser ingresado la próxima semana.
Junto con eso se quiere dejar lista la reforma a las isapres, cambios a la ley de fármacos, y el proyecto que reemplazará al Crédito con Aval del Estado (CAE). El objetivo -aseguran en el Ejecutivo- es dejar todos estos proyectos ingresados en un plazo de 90 días.
En este contexto, fuentes del Ejecutivo comentan que es necesario a “levantar” los temas del programa de gobierno. De hecho, algunos reconocen que el proyecto de identidad de género “se ha comido” parte de la agenda, siendo que no está incluido en el programa. “Nos hicimos cargo de un problema que no era nuestro”, comenta una fuente de Palacio.
El ritmo del ingreso de proyectos de la actual administración contrasta con el que tuvo el gobierno de Michelle Bachelet.
En el Ejecutivo recalcan que han preferido hacer las cosas de manera más lenta, porque estratégicamente van a ir cumpliendo etapas. Además, añaden que la experiencia de la administración de Bachelet de “ingresar varios proyectos reformistas” terminó siendo, a juicio de La Moneda, negativa. De igual manera, reiteran que buscan insistir en la línea de mantener “bajas las expectativas” en la ciudadanía para evitar abrir flancos.
Un episodio que grafica la dinámica legislativa se produjo el miércoles pasado en la sala del Senado. Ese día, la sesión duró poco menos de una hora. Durante ese escaso lapso -que contrasta con las, en promedio, cuatro horas habituales- los
legisladores solo revisaron un proyecto de acuerdo -que no tiene carácter resolutivo- para que el Estado de Chile condenara el femicidio de la concejala brasileña Marielle Franco da Silva. Ningún proyecto de ley estaba en tabla.
La escena, comentan en los pasillos del Congreso, refleja el “lento ritmo” con el que el gobierno de Piñera ha aterrizado en materia legislativa. “Hasta ahora hemos tenido grandes anuncios en distintas áreas, pero no hemos tenido proyectos de ley”, advirtió ayer la presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández (PS).
Hasta ahora el Ejecutivo ha ingresado un total de 19 urgencias, pero no a proyectos del gobierno, sino que a propuestas que ya estaban con anterioridad en el Congreso. A todas ellas se les puso urgencia simple, a excepción de la que se le aplicó a dos iniciativas: la que crea el sistema de reinserción juvenil y la que establece un acuerdo con EE.UU. respecto de la asignación de oficiales de seguridad a bordo, vinculado al programa Visa Waiver.
El escenario es totalmente opuesto al que se dio durante el primer mes del gobierno de Michelle Bachelet. Tras asumir en La Moneda, en marzo de 2014, la entonces mandataria envió al Congreso siete iniciativas, de las cuales tres fueron despachadas en ese mismo primer mes por ambas cámaras. La primera de ellas, ingresada al día siguiente del cambio de mando, fue el denominado “bono marzo”, proyecto que concedía un aporte familiar permanente a las familias de menores recursos.
Durante su primer mes, el entonces Ejecutivo impulsó, además, un proyecto para “mejorar las normas en materia de contratación pública y proteger los derechos de los trabajadores de las empresas de aseo y extracción de residuos sólidos”, el proyecto que creó el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, y una de las apuestas más emblemáticas de su administración: la reforma tributaria.
Pero la apuesta legislativa de Piñera es, además, diametralmente opuesta a la que el propio Mandatario lideró durante su primer gobierno.
En los primeros 30 días de su anterior administración ya había enviado al Congreso un total de cinco proyectos: uno de ellos, de hecho, fue aprobado durante ese mismo mes por ambas cámaras.