Piñera, el ideólogo de la fórmula que dividió a la oposición
Los ministros atribuyen al Presidente la creación del concepto de los acuerdos y su materialización a través de comisiones de trabajo. Algunos en La Moneda temen que el rechazo de sectores de la oposición se traduzca en un complejo escenario cuando se tra
“La idea fue del Presidente Sebastián Piñera”. Así responden ministros al ser consultados sobre quién fue el ideólogo de implementar la estrategia de los grandes acuerdos nacionales, un concepto que comenzó a ser trabajado durante la campaña, que se ha profundizado durante las primeras semanas de marzo y que ha provocado -a través de las comisiones en las que se busca materializar esos acuerdos- una división en la oposición.
La idea de los grandes consensos fue acompañada de la frase de la “segunda transición” que comenzó a implementar el Mandatario cuando era candidato. Según cuentan en el Ejecutivo, en el círculo más cercano del jefe de Estado –con quienes afinó la estrategia para la campañahubo algunos que no les gustaba utilizar ese concepto y que –en su momento- le rebatieron la idea de usarlo.
Sin embargo, el entonces candidato insistió en su postura y –según reconocen actuales ministrosla estrategia comenzó a tener buenos resultados, los que, aseguran, se vieron reflejados en sondeos internos. Tanto caló el discurso de la segunda transición, dicen, que fue uno de los ejes principales durante su primer discurso en La Moneda, el 11 de marzo. “Hace casi 30 años, con unidad, fe y esperanza, los chilenos realizamos con notable éxito la primera transición, que nos permitió avanzar a una sociedad con libertad y democracia, pero esa transición es parte del pasado. Los chilenos, con la misma fe, tenemos que emprender la nueva transición”, dijo Piñera en esa oportunidad.
Desde su arribo a La Moneda, el jefe de Estado, junto con recalcar la segunda transición, comenzó a profundizar en el concepto de los “grandes acuerdos”, el que ya había quedado plasmado en uno de los capítulos del programa de gobierno donde se adelantaba que se convocará a todas las fuerzas políticas a concretar una serie de consensos en diferentes materias, entre ellas paz en La Araucanía, desarrollo económico e infancia.
Por estos días, el Ejecutivo ha comenzado a materializar esos temas a través de la conformación de comisiones de trabajo que han sido criticadas por la oposición debido a su composición. En La Moneda también le atribuyen a Piñera la idea de constituir estas mesas de trabajo como medio para llegar a los acuerdos.
De hecho, las mismas fuentes destacan que el Mandatario le ha puesto un sello “ejecutivo o empresarial” a estas instancias de trabajo. Esto, aseguran que se ve reflejado en las directrices que estableció Piñera para el funcionamiento de estos equipos: con un cronograma claro, plazos de tiempo definidos y un número reducido de integrantes.
Lo anterior, afirman las mismas fuentes, contrasta con las comisiones presidenciales que impulsó la ex mandataria Michelle Bachelet, las que -cuestionan en el Ejecutivo- se extendieron por periodos prolongados y “sin grandes resultados”.
Otra de las características que se ha implementado en las comisiones de trabajo es que están lideradas por ministros sectoriales o de Palacio. Por ejemplo, a la cabeza de Seguridad está el titular de Interior, Andrés Chadwick; en Infancia, en tanto, está el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno.
Este modelo se replica también en los proyectos que se están impulsando, algo que ha sido habitual en administraciones anteriores. Por ejemplo, en el caso de identidad de género el ministro de Justicia, Hernán Larraín, es quien ha estado liderado el tema. Esta situación ha llamado la atención de algunos dirigentes de la UDI, debido a que sostienen que “se ha visto poco” al ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel, a la cabeza de los proyectos. Incluso, algunos han especulado que se está intentando blindar a Blumel, situación que en La Moneda descartan de plano.
Desde el gobierno, de hecho, agregan que la cartera cumple un rol articulador entre las diferentes iniciativas y para monitorear que el programa de gobierno se cumpla al interior de las comisiones de trabajo, aunque con la flexibilidad necesaria para llegar a acuerdos transversales.
Al final, el balance del Ejecutivo es positivo: afirman que el discurso de los grandes acuerdos y la conformación de las primeras dos de las cincos mesas de trabajo han sido exitosas (las ya constituidas sobre Infancia y Seguridad se suman a la de Desarrollo Económico, Salud y Paz en la Araucanía). Y, además, les ha traído réditos debido a la postura crítica que ha adoptado la oposición, donde algunos dirigentes incluso se han restado de participar de las instancias. “Ellos son los que quedan mal con la ciudadanía y nosotros como los buenos que queremos incluir a todos”, comentan algunos ministros.
De todas formas, otros advierten que con la postura que han adoptado algunos personeros de la oposición se vaticina un escenario complejo en el Congreso. “Es difícil que cambien de parecer respecto a temas que han manifestado rechazo”, comentan algunos en Palacio. ●