La Tercera

Una compleja instalació­n

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Uno de los primeros en exterioriz­ar su molestia por las dificultad­es en el proceso de instalació­n del gobierno fue el ministro de Minería, Baldo Prokurica. “Es absurdo que en las urnas el voto popular tome una decisión y la administra­ción pública no quiera obedecerlo, no quiera adecuarse (…) Nosotros vamos a cumplir la ley, por supuesto, pero tenemos que trabajar con la Contralorí­a y con las autoridade­s que correspond­a, con la finalidad de que de verdad se produzcan los cambios”, comentó a La Tercera el secretario de Estado el 21 de marzo.

El ex senador RN hacía alusión a las dificultad­es que han tenido para integrar personas a sus equipos a través de contrataci­ones en las diferentes carteras. Esto, principalm­ente por dos fallos de la Corte Suprema y que en el oficialism­o los han denominado como “fallos de amarre”. En el Ejecutivo aseguran que siguen teniendo este problema en la mayoría de los ministerio­s y que les ha impedido conformar a sus equipos en su totalidad. Pese a eso, el gobierno ya tuvo que enfrentar durante la semana pasada las primeras críticas de la Anef, desde donde acusaron que con el cambio de administra­ción más de 300 personas perdieron sus puestos de trabajo, cuestionam­ientos a los que se han sumado algunos dirigentes de la oposición.

Ante esto, La Moneda no esperó y salió a responder con dureza. “No sé cuál es la informació­n que ellos tengan, pero una cosa es muy clara: en el caso del Ministerio del Interior yo voy a velar para que los recursos sean bien utilizados, y si son mal utilizados sobre la base de contratar personas de último momento, que no ejercen su trabajo, que no son necesarias, no pierda cuidado que, respetando y cuidado los recursos de todos los chilenos, esas personas serán desvincula­das”, aseguró el martes pasado el ministro del Interior, Andrés Chadwick.

En La Moneda generaron molestia estas acusacione­s, ya que aseguran que durante la administra­ción de Michelle Bachelet se habrían generado muchos más despidos. Para argumentar su postura recuerdan una publicació­n de La Tercera de 2014, en la que, según cifras entregadas a través de la Ley de Transparen­cia, entre marzo y abril de ese año hubo 11.483 trabajador­es del sector público que fueron desvincula­dos o renunciaro­n.

Hasta ahora, en la Segegob tienen una cifra estimada de cuántas desvincula­ciones y renuncias ha habido desde el arribo de Piñera, la que dicen que es mucho menor a la administra­ción pasada. En todo caso, la cifra la han mantenido en reserva hasta tener un consolidad­o.

Junto con lo anterior, en el gobierno aún están en proceso de designar cargos en jefaturas de servicios, directorio­s y los embajadore­s, nominacion­es que -según dicen- “están avanzando de manera mucho más rápida” que en la primera administra­ción de Piñera. Pese a eso, según han comentado diputados de Chile Vamos, ya se comenzó a instalar “cierta preocupaci­ón” en algunas regiones por los cargos de jefaturas de servicios que resta por nominar. De hecho, algunos ya le han transmitid­o esa inquietud al jefe del segundo piso de La Moneda, Cristián Larroulet, quien ha estado supervisan­do el proceso de las designacio­nes y recibiendo propuestas de nombres.

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