Registro de evasores del Transantiago

El 5 de junio de este año comenzará a operar el registro de evasores del Transantiago. La medida tiene como objetivo endurecer las sanciones por esta conducta. Quienes ingresen a este listado enfrentarán efectos concretos como la no devolución de impuestos y la suspensión en la entrega de licencias de conducir. Se trata, sin duda, de un paso positivo en favor de disminuir la evasión -que en el último trimestre de 2017 llegó a 23,7%-, pero que aún resulta insuficiente.

Pese a que la tasa de no pago en el sistema de transporte público de Santiago ha venido conteniéndose, según cifras oficiales, la situación sigue siendo preocupante, y el registro solo es un primer paso. La medida tiene un limitado alcance porque las sanciones impuestas no parecen coincidir con el perfil de usuarios del transporte público. Esto porque el porcentaje de contribuyentes que paga impuesto a la renta apenas alcanza el 18%, lo que sugiere que un alto número de pasajeros está exento de esa obligación. Ello limita el efecto disuasivo de la medida. Además, cabe destacar que el actual registro de evasores, creado en 2011 y que este nuevo sistema busca perfeccionar, no ha tenido un gran impacto.

Ante este escenario, urge que el sistema refuerce los mecanismos para reducir los índices de evasión. Para ello, sería esperable –al margen del aporte que pudiera ofrecer el nuevo registro- una firme voluntad de parte del gobierno y de los operadores para ejercer un mayor control del pago del pasaje y hacer efectivas las sanciones de la ley. Sin esa definición, dicho registro parece ser irrelevante.