Barros niega carta de renuncia en inicio de asamblea del Episcopado
En el comienzo del encuentro, el prelado de Osorno estuvo en el centro de las miradas.
Sin clérigos que lo acompañaran y manejando un Volkswagen Polo. Así llegó ayer, puntual, poco antes del mediodía, el obispo de Osorno, Juan Barros Madrid, a la liturgia inaugural de la 115° Asamblea de la Conferencia Episcopal, en el centro de retiros de Punta de Tralca, V Región.
Allí, previo al saludo de sus pares, se pronunció sobre la carta de renuncia que habría presentado, según publicó La Tercera: “No es efectivo eso. Yo no le entregué ninguna carta a monseñor Scicluna”, indicó el prelado.
Se refería al arzobispo de Malta, Charles Scicluna, quien llegó a Chile durante febrero pasado, enviado por el Papa Francisco, para recabar antecedentes de denunciantes del caso Karadima, quienes, durante la gira pontificia de enero, apuntaron a Juan Barros por presuntos encubrimientos.
No obstante, el obispo Barros reiteró que “eso no ha ocurrido” (la entrega de su carta de renuncia) y manifestó estar “tranquilo, cumpliendo la voluntad de Dios”. Eso, a la espera de las medidas que tomaría el Pontífice tras el informe que el arzobispo de Malta le entregó el pasado 20 de marzo.
Juan Carlos Claret, vocero de la Agrupación de Laicos de Osorno, quienes se oponen a la gestión de Barros, expresó que “no deja de ser raro que se desmienta la información, ya que dos obispos de alta jerarquía y de importancia dentro del Episcopado chileno me confirmaron la carta de renuncia”.
Mientras, la presidenta de la agrupación Voces Católicas, María Paz Lagos, aseguró que “los desafíos de la Iglesia no debieran abordarse solamente desde la eventual renuncia de un obispo”.
Añadió que “las declaraciones de hoy (ayer) no son concluyentes respecto de si monseñor Barros renunció o no al Papa. Sólo aclaran que a monseñor Scicluna no le entregó ninguna carta de renuncia. Los laicos esperamos que en esta asamblea plenaria predominen las visiones valientes, que lideren el cambio profundo que requiere nuestra Iglesia”.b