DICHOS DEL CARDENAL EZZATI
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El arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, se refirió al proyecto Ley de Identidad de Género, realizando una analogía que provocó una serie de críticas transversales. El cardenal expresó que “más allá del nominalismo, hay que ir a la realidad de las cosas. No porque yo a un gato le pongo nombre de perro, comienza a ser perro”. Unos dichos que el pasado lunes, en la Asamblea Plenaria de Obispos de la Conferencia Episcopal, buscó aclarar.
Si bien el arzobispo de Santiago dio explicaciones, lo cual es valorable, lo cierto es que sus dichos fueron desafortunados y no contribuyen en nada a favorecer un debate serio y bien informado. Al contrario, solo alimentan un clima de confrontación respecto a un tema delicado. La complejidad de la discusión sobre este proyecto exige que se realice de forma rigurosa y con el mayor respeto posible, sobre todo porque existen menores de edad involucrados. Pero, a su vez, tampoco favorece al debate que algunos respondan a los dichos del prelado con descalificaciones.
Pese a que existe relativo acuerdo en que se permita la rectificación registral de personas mayores de edad con una identidad de género que difiera de su sexo biológico, existen en la sociedad chilena legítimas discrepancias de que menores de 18 años accedan a ese derecho. Esta diversidad de opiniones, propia de toda sociedad abierta, debe ser manejada de manera prudente por todos los actores, en especial por los que ostentan cargos de alta visibilidad pública, los que deben contribuir a cuidar el ambiente político.