AIRBNB EN CHILE

SEÑOR DIRECTOR

En relación con el reportaje en su diario sobre el impacto de AirBnB en Chile, sin duda el mercado turístico ha cambiando, han aparecido nuevos actores en forma espontánea y se ha diversificado la oferta hotelera y sus precios. El concepto de “sharing economies” se instaló en varios sectores, como en los servicios de taxi, oficinas y alojamiento, lo que ha traído bienestar y crecimiento a todo el mundo, permitiendo que las personas naturales puedan hacer un ingreso extra usando sus activos. Según un estudio del uso de AirBnB en Chile, en 2017 casi un 22% del total de ingresos por alojamiento fue a través de esta plataforma. Pero esta oferta también es reactiva a la demanda, y así como entra al mercado, sale fácilmente en caso que la demanda total disminuya.

El desarrollo de un hotel puede tomar cinco años hasta que esté funcionando y tiene altas barreras de entrada. Sin embargo, la “producción” de habitaciones, pese a que ha venido creciendo a un ritmo de 3,5% anual, no ha sido capaz de absorber toda la nueva demanda, principalmente de argentinos que vienen a comprar a Santiago. La nueva tecnología ha sido bien aprovechada por oferentes que disponían de capacidad ociosa que, con cierto precio, están dispuestos a entrar al mercado.

Pese a las bondades del aumento de oferta hotelera, todavía hay muchos pendientes, especialmente referente a su regulación. Recae en la autoridad sectorial fiscalizar que los alojamientos cumplan la ley y paguen IVA. De esta forma no solo el mercado es más justo para los inversionistas hoteleros, sino que también queda espacio para nuevos turistas, lo que favorece el desarrollo del turismo nacional.

Hernán Passalacqua Gerente General de FitzRoy