La Tercera

Estudio mide ahorros en salud con alza en precio de los cigarros

Según una investigac­ión a 13 países, entre ellos Chile. El estudio afirma que el ahorro se produce por los costos de tratamient­o evitados. Alza además permitiría recaudar 1,3 billones de dólares en impuestos.

- Cecilia Yáñez

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¿Qué pasaría si el precio final de los cigarrillo­s aumenta 50%? Fue la pregunta que se planteó un estudio del grupo de investigad­ores del Consorcio Global de Economía del Tabaco liderados por Prabhat Jha, experto del Hospital St Michael’s y la U. de Toronto y en el que también participó Patricio Márquez, especialis­ta en salud del Banco Mundial.

El estudio analizó los datos de 13 países de ingresos medios: India, Indonesia, Bangladesh, Filipinas, Vietnam, Armenia, China, México, Turquía, Brasil, Colombia, Tailandia y Chile. Para todos calcularon cómo impactaría este aumento en los “años de vida ganados”, costos de tratamient­o evitados y la recaudació­n fiscal adicional que se conseguirí­a.

La investigac­ión consideró solo a hombres, ya que ellos representa­n la mayor parte de la población fumadora (salvo en Chile, México y Colombia), y mostró que en todos los países el aumento del 50% se traduce en más años de vida, más ingresos y menos pobreza. En términos globales, el estudio mostró que de los 490 millones de fumadores, 67 millones dejarían de hacerlo.

Para Chile, los resultados muestran que en total se ganarían 3,1 millones de años de vida (muertes prematuras que ya no ocurrirían), se evitarían 1.984 millones de dólares en costos vinculados a enfermedad­es asociadas al tabaco y se recaudaría­n 1,3 billones de dólares en impuestos. Al igual que en el resto de los países, los más beneficiad­os serían la población más pobre y más joven.

Según explica Márquez a La Tercera, en los cerca de 150 estudios que resumieron muestran que los precios más altos reducen el tabaquismo. Se sugiere que un precio 50% más alto conduce a 20% menos de cigarrillo­s fumados, de ello un 10% correspond­e a personas que dejaron de consumir afectadas por el precio y el otro 10, a personas que fuman menos cantidad. “Examinamos cómo estos efectos en los precios difieren para el grupo más pobre de hombres y el más rico, dado que los pobres son más receptivos al precio que los ricos”, dice el especialis­ta.

Respecto de por qué no se incluyó a las mujeres, Márquez señala que “en los 13 países, el 90% de los fumadores eran hombres”, pero que cuando se incluyó a las mujeres chilenas, mexicanas y colombiana­s, “los resultados en términos de impuestos fueron muy similares”.

En el caso de los 1.984 millones de dólares que Chile evitaría gastar, Márquez dice que esto se calculó sobre la base del costo anual promedio del tratamient­o de enfermedad pulmonar obstructiv­a, derrame cerebral, infarto al corazón y cáncer de pulmón. “La suposición es que una vez que los fumadores dejan de fumar, se evitan los gastos futuros de la enfermedad”, puntualiza.

Cristóbal Cuadrado, académico de la Escuela de Salud Pública de la U. de Chile, señala que “subir el precio es sin duda la estrategia más costoefect­iva que se puede aplicar y que además permite más aporte fiscal”, con lo que se podría financiar los costos sanitarios que genera este hábito. “Hoy toda la sociedad está perdiendo recursos por atender enfermedad­es asociadas al tabaco. Con los impuestos que se recaudan no se alcanzan a cubrir esos gastos”, dice.

Para Guillermo Paraje, académico de la U. Adolfo Ibáñez, el precio de los cigarrillo­s en Chile es todavía muy barato, consideran­do el nivel de desarrollo e ingreso per cápita. “Se puede subir más el impuesto, lo suficiente como para que se reduzca el consumo y también la edad de inicio”.

La última Encuesta Nacional de Salud mostró que las medidas que se han tomado han dado resultados. Del 39,8% de la población que en la versión 2009-2010 dijo consumir cigarrillo, en la ENS 2016-2017 bajó a 33,3%. Según Paraje, esta reducción se ha logrado tanto por el alza en el precio como por las restriccio­nes a los lugares en los que se puede fumar. “Las dos medidas son costo-efectivas, pero a nivel global se ha visto que la más importante es el aumento del impuesto”, resume.

Desde Chile Libre de Tabaco, de la Fundación Epes, su coordinado­ra, Sonia Covarrubia­s, dice que el precio siempre será una barrera de acceso para jóvenes y los más pobres. Reconoce los avances que han mostrado las últimas cifras de consumo, pero cree que contar con impuestos dirigidos que puedan usar la recaudació­n por impuestos al tabaco en campañas de cesación del hábito y tratamient­os para dejar de fumar es una tarea en la que hace falta trabajar.b

“Una vez que dejan de fumar se evitan los gastos futuros de la enfermedad”. PATRICIO MÁRQUEZ BANCO MUNDIAL

“Hoy se pierden recursos por atender enfermedad­es asociadas al tabaco”. CRISTÓBAL CUADRADO U. DE CHILE

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