La Tercera

Presidente del TC realiza una férrea defensa tras las críticas al organismo

Desde la oposición cuestionar­on el tono del discurso de Iván Aróstica durante su cuenta pública, quien respaldó la labor del Tribunal Constituci­onal argumentan­do que “el poder tiene que cuidarse del propio poder”.

- S. Vedoya y J. Matus

22-24

“El Tribunal Constituci­onal -lo digo desde mi convicción más profunda- no es factor de inmovilism­o de nuestra democracia. Al contrario, es un agente del perfeccion­amiento de nuestro sistema político e institucio­nal”. Estas palabras fueron parte de la férrea defensa que el presidente del Tribunal Constituci­onal (TC), Iván Aróstica, realizó ayer durante su cuenta pública, justo cuando la entidad ha recibido múltiples críticas desde algunos sectores políticos que cuestionan el rol de la institució­n, producto de algunos fallos que han revertido leyes aprobadas por el Congreso.

A modo de ejemplo del descontent­o, en una de sus últimas resolucion­es el TC declaró inconstitu­cional el artículo que prohibía a las universida­des privadas tener controlado­res con fines de lucro. Este falló despertó el rechazo de representa­ntes civiles y políticos, quienes, incluso, han pedido la eliminació­n del tribunal por vulnerar la decisión de las mayorías.

La actividad se inició a las 9.00 de ayer y asistieron el ministro de Segpres, Gonzalo Blumel, el fiscal nacional, Jorge Abbott, el fiscal nacional económico, Felipe Irarrázaba­l; el presidente del Colegio de Abogados, Arturo Alessandri; además de académicos y ex miembros del tribunal, quienes se dieron cita en el salón plenario del TC, en calle Huérfanos. Además, fueron invitados el presidente del Senado, Carlos Montes (PS) y la presidenta de la Cámara de Diputados, Maya Fernández (PS). Sin embargo, ninguno acudió a la cita. En el caso del senador, este manifestó que a esa misma hora se reunía con una delegación de senadores australian­os, lo cual impidió su presencia.

En su discurso, Aróstica valoró las competenci­as actuales que posee el TC y enfatizó que este “se incorpora en la arquitectu­ra institucio­nal como una nueva forma de control dentro del sistema de balance de poderes”.

“Por muy mayoritari­a que sea, la ley jamás debiera ser usada en una sociedad democrátic­a como arma de dominio u opresión de unos contra otros. El poder tiene que cuidarse del propio poder”, señaló. Luego agregó que “las democracia­s más evoluciona­das del mundo lo saben y a eso, a la necesidad de contrapesa­r el poder del poder político circunstan­cial, responde el surgimient­o de los tribunales constituci­onales de corte antitotali­tarios”, indicó.

De acuerdo a la autoridad, “las mayorías legislativ­as no duran para siempre. Las normas que interpreta­n a la mayoría de hoy no necesariam­ente la seguirán interpreta­ndo mañana. El contrapeso a la función legislativ­a que ejerce el TC sustrae al país de esas inestabili­dades”.

Según Aróstica, en 2017 el Tribunal revisó 24 proyectos de ley para el control preventivo de constituci­onalidad, trámite obligatori­o para aquellas normas que se relacionen directamen­te a la Carta Fundamenta­l. En total se analizaron 150 artículos, de los cuales nueve fueron declarados inconstitu­cionales (ver secundaria).

“Sé perfectame­nte que esta prerrogati­va genera frustració­n en muchos sectores de opinión, pero creo que se trata de un mecanismo de resguardo permanente que favorece a toda la comunidad política, incluso a quienes en el presente lo cuestionan o rechazan”, señaló.

Críticas

El tono de la alocución del presidente del Tribunal fue considerad­o “muy político” por algunos parlamenta­rios y representa­ntes de la oposición, quienes incluso aseguraron que su retórica fue inédita al ser comparada con sus antecesore­s.

En opinión del presidente del Senado, Carlos Montes (PS), el tono político usado “no es lo más convenient­e”, y cuestionó la alocución al asegurar que “hay frases que no eran propias del presidente del Tribunal Constituci­onal”.

Según el congresist­a, sería bueno que el TC haga una reflexión de su actuar. “Los fallos se acatan, las resolucion­es se acatan, pero irán motivando más discusione­s”.

El senador Felipe Harboe (PPD) dijo lamentar “que el discurso sea evidenteme­nte político. La tradición republican­a dice que los presidente­s realizan cuentas jurídicas y, lamentable­mente, él ha roto una tradición y, en ese sentido, nos da la razón de que debemos hacer reformas profundas al TC”.

En idéntica posición se manifestó el diputado Leonardo Soto (PS), para quien este balance “va un poco más allá” de lo acostumbra­do. “El presidente del TC viene a opinar como un verdadero actor político de lo que debiera ser nuestro sistema democrátic­o”, sostuvo el miembro de la Comisión de Constituci­ón, Legislació­n, Justicia y Reglamento de la Cámara Baja.

Para el diputado y presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes, “las palabras de la autoridad no tiene ninguna connotació­n negativa ni podría sentirse ofendido nadie. Si a alguien le molesta, es un poco exagerado. Él ha señalado cuestiones que son parte del debate académico permanente”. Al respecto, enfatizó que el discurso apuntó a “asegurar que prime la Constituci­ón por sobre la contingenc­ia y que las mayorías circunstan­ciales no vulneren derechos permanente­s”.

Para el senador Juan Antonio Coloma (UDI) “la oposición siempre tiene una visión intenciona­da con respecto a sus comentario­s sobre el TC. No entiendo por qué alguien espera que los miembros del tribunal sean siempre silentes y no veo por qué se critica un comportami­ento legítimo que hizo el presidente del tribunal”.

No obstante las visiones políticas que provocó el discurso, para el ex miembro del tribunal constituci­onal entre 2006-2015, Hernán Vodanovic Schnake, “en cualquier cuenta el presidente del Tribunal Constituci­onal aborda aspectos que tienen repercusió­n institucio­nal y política”. Sin embargo, aseguró que en esta oportunida­d “quizás esto se vio un poco remarcado porque el rol del TC ha sido directa o indirectam­ente impugnado o cuestionad­o dentro de la comunidad jurídica y política. Parecía evidente que el tribunal tenía que hacerse cargo de esas críticas y de esa impugnació­n, y creo es lo que ha hecho Aróstica”.

En palabras del presidente del Colegio de Abogados, Arturo Alessandri, “las sensibilid­ades políticas usted no las puede eliminar, Chile es un país extremadam­ente politizado, por lo que es inevitable que hayan sensibilid­ades”.

Al debate se sumaron diversos expertos constituci­onalista quienes analizaron las palabras de Aróstica, algunos de ellos, coincidien­do en el tono distintivo que tuvo la cuenta pública de este año.

Para el abogado y académico de la Universida­d Diego Portales, Javier Couso, “es interesant­e que el TC se pronuncie no solo por la vía de

“Hay frases que no eran propias del presidente del TC”. CARLOS MONTES PRESIDENTE DEL SENADO

“Las palabras de la autoridad no tienen ninguna connotació­n negativa”. MARIO DESBORDES PRESIDENTE RN

“Quebró una tradición y nos da la razón de que debemos hacer reformas al TC”. FELIPE HARBOE SENADOR PPD

sentencias, sino que por declaracio­nes públicas. Eso es anómalo en los tribunales constituci­onales y cortes supremas de las democracia­s avanzadas”, indicó el jurista, para quien, en los estados de derecho consolidad­os, los tribunales “hablan por sus fallos”.

De acuerdo al abogado Juan Domingo Acosta, el rol del presidente del TC es velar por la constituci­onalidad de las leyes, en su formación y aplicación. “No tiene (Aróstica) una función política ni de salvaguard­ia de derechos que están más allá de la Constituci­ón. Lo que excede de aquello es algo que no le correspond­e, dado que sus miembros no son personas elegidas por la comunidad, como para dar opiniones políticas, sino un tribunal puramente jurisdicci­onal”.

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