La Tercera

La UC gana y le pone presión a la “U”

Universida­d Católica cosecha su octavo triunfo en nueve fechas, al doblegar como visita a O’Higgins por la cuenta mínima, y asegura otra semana en la cima del torneo. Los números son casi perfectos para el equipo de Beñat San José. Sin embargo, a la hora

- Alvaro Poblete 63%

40

La defensa de Beñat San José es tan férrea como la defensa de su equipo en el torneo. El técnico es cerrado, como su línea de cuatro. Aplicado. No deja pasar una. A la más mínima crítica, responde con números y resultados. Objetivame­nte, tiene razón, su escuadra es puntera. El problema aparece cuando toca evaluar a Universida­d Católica como expresión de fútbol.

La UC es líder con 24 puntos. En solitario, por ahora, a la espera de lo que pase con Universida­d de Chile en el Superclási­co frente a Colo Colo. Esa es la conclusión que tiene más contento a los cruzados, siempre tan pragmático­s, tan contenidos, tan mezquinos por momentos… pero al final de cuentas, ganadores. O’Higgins fue la nueva víctima de la fórmula de Beñat y cayó por la mínima en Rancagua.

Ese estilo tacaño que ha caracteriz­ado a los de la franja tiene un plan común. Si se encuentra con el primer gol, como ha sido en casi todos sus partidos del torneo, Católica no tiene ningún complejo en retroceder. Replegarse hasta ser irritante por momentos, apostando todo al orden, a la disciplina defensiva y a una salida rápida que ayer casi no se vio.

Buonanotte y Llanos, los grandes damnificad­os del juego estudianti­l, prácticame­nte no tuvieron influencia en el partido. Salieron de la cancha sin pena ni gloria. Quizás se aburrieron tanto como los fanáticos que llegaron al compromiso.

Mucho empeño, mucha prudencia, poca creativida­d e inspiració­n. Así se resumen la propuesta de la UC. Suficiente, eso sí, para dar cuenta de un O’Higgins que tuvo mucho la pelota, que la hizo circular, pero sin la capacidad de profundiza­r como exigía el partido. El gol de penal anotado por Luciano Aued, a los 9’, marcó el resto del compromiso y también fue el barómetro de la presentaci­ón cruzada, pues terminó siendo el único remate directo a portería de los pupilos de San José.

Ya está dicho: Católica tomó resguardos y los celestes atacaron infructuos­a- mente. La salida por lesión de Nicolás Oroz, en la segunda mitad, complicó todavía más el juego de los rancagüino­s, que alcanzaron a festejar un gol, anulado por el árbitro Francisco Gilabert a los 82’, debido a una discutible posición de adelanto. Pablo Calandria no estaba fuera de juego cuando exigió a Lanaro, quien envió la pelota a su propia portería, pero lo cierto es que la jugada partió con un centro que encontró en posición ilícita a Mazzola. No quedó claro a quién se le cobró la infracción.

La secuencia no dejó de ser más que un anécdota, en todo caso. El mismo Gabriel Milito, dándole una lección a tanto llorón que acusa conspiraci­ones y malas prácticas en el fútbol chileno, aseguró que el resultado del duelo no pasó por una buena o mala decisión del juez. Certero análisis del entrenador de los de la Sexta Región. Su elenco fue mejor en casi todas las facetas del juego, menos en las más importante: la contundenc­ia y la definición. Por eso perdieron los dueños de casa.

Y por eso ganó la Católica. Sólida en los puntos y los triunfos. En deuda con el juego. Esa será la tónica estudianti­l en el presente campeonato nacional. A eso, aparenteme­nte, habrá que acostumbra­rse a la hora de evaluar al conjunto de San José. Con todos sus pro y todos sus contras. ●

 ??  ?? ► Luciano Aued derrota a Miguel Pinto con un penal. Fue el único tanto del partido en Rancagua.
► Luciano Aued derrota a Miguel Pinto con un penal. Fue el único tanto del partido en Rancagua.
 ??  ?? ► El autogol de Lanaro, anulado por el árbitro, fue muy discutido por la parcialida­d de O’Higgins.
► El autogol de Lanaro, anulado por el árbitro, fue muy discutido por la parcialida­d de O’Higgins.
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