“Los tabúes han atentado contra la prevención”
¿Desde qué perspectiva cree que se debería abordar la educación sexual?
Tiene que ser pensando en la etapa de desarrollo de las personas, desde la educación prebásica hasta que son adolescentes. Se necesita una mirada más integral, porque la educación sexual no se reduce a la información sobre el condón y los anticonceptivos. Sino cómo en cada etapa de desarrollo se va viviendo.
¿Dónde se debe priorizar su enseñanza: en el colegio o en la casa?
En los colegios, con los padres y también en el sistema de salud. Todos los actores son necesarios y lo que uno esperaría del estableci- miento educacional es abordar también el tema con los padres, entregando herramientas que nos permitan abordar los temas con los hijos. Por eso a mí me gustaba tanto el diseño de las Jocas (Jornadas de Conversación sobre Afectividad y Sexualidad). Porque lo que se hacía era invitar a la comunidad educativa a conversar con profesionales tanto del área de la salud como de la educación y hablabas con los alumnos, con los profesores, con los padres, respondiendo libremente sus dudas. En esto lo peor que hemos hecho es darles espacio a los tabúes, que han inmovilizado la discusión, y tenemos alta tasa de embarazo adolescente, vemos cómo se ha disparado el contagio del sida. Los tabúes
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“Tiene que ser pensando en la etapa de desarrollo de las personas, desde la educación prebásica hasta que son adolescentes”.
han atentado contra la prevención.
¿Qué responsabilidad les asigna a los sectores conservadores y a la Iglesia en esta carencia formativa?
Los sectores conservadores han impedido que avancemos en prevención, lo cual en esta época no tiene sentido. Los jóvenes se informan en internet, tienen a veces mucho más acceso a información de lo que manejan los profesores y los padres. Y nosotros tenemos una legislación que es anacrónica y que establece la obligatoriedad a partir de primero medio de educación sexual.
¿Debería haber un cambio en la ley?
Lo que establece la ley es la obligatoriedad de educación sexual en los colegios desde primero medio. Pero a esa edad probablemente los adolescentes ya saben de estos temas y muchos ya tienen una vida sexual activa. Por lo tanto, llegamos tarde y falta esta mirada más integral.
¿Qué debería hacer el gobierno?
Hace varios años hicimos un proyecto concreto con la diputada Mónica Zalaquet, que era muy transversal, para dar una señal de que para que esto funcione primero hay que salir de la trinchera ideológica o política. Planteábamos la educación de afectividad y sexualidad desde la prebásica, que se generen unidades de salud adolescente, que hoy existen en algunos consultorios. Lo que está demostrado es que el adolescente necesita un espacio de confianza, porque cuando te atiende la matrona que también atiende a tu mamá y a la vecina, los adolescentes no van a ir porque no van a tener la confianza para hacerlo. También es importante restablecer jornadas como las Jocas. Eso es fundamental para poder entregar información certera de personas que están preparadas para ello. ●