Ezzati es partidario de la salida de Barros “por el bien del pueblo de Dios”
El cardenal Ricardo Ezzati afirmó, tras reunirse con 400 miembros del clero de Santiago, que el obispo de Osorno debería tener la disponibilidad de dar un paso al costado. También afirmó que era una falta muy grave “que se haya pretendido engañar al Santo
“Creo que es una falta, a mi manera de ver, muy grave, que se haya engañado al Santo Padre; que alguien haya pretendido engañar al Santo Padre. Y me parece, desde lo más hondo de nuestra conciencia, y de mi conciencia, que quienes han cometido esta falta grave necesitan reconocerla, arrepentirse y reparar el mal”.
Esta fue una de las declaraciones que el arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, entregó ayer en la sede de la arquidiócesis, tras reunirse con cerca de 400 miembros del clero. El objeto del encuentro fue analizar la carta que el Papa Francisco les envió la semana pasada a todos los obispos de la Conferencia Episcopal, en relación al caso del obispo de Osorno, Juan Barros Madrid, y las denuncias de algunas víctimas de Fernando Karadima.
Las palabras de Ezzati se referían, en específico, a los dichos del Papa Francisco, quien en su misiva indicó haber “incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción de la situación, especialmente por falta de información veraz y equilibrada”.
Ezzati abordó en profundidad la situación que, a raíz de los casos de abusos, vive actualmente la Iglesia Católica en Chile y sus obispos, quienes deberán viajar a Roma entre el 14 y 17 de mayo para reunirse con el Papa Francisco, y atenerse a lo que éste les comunique producto del informe que el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, entregó sobre la situación de Juan Barros.
Sobre el obispo de Osorno, Ezzati entregó una reflexión directa. Consultado sobre si era necesario que el prelado de Osorno diera un paso al costado, el cardenal afirmó que, “a mi juicio, sin duda alguna, por el bien del pueblo de Dios. Yo no soy juez para decir si él encubrió o no, pero el bien del pueblo de Dios pide de parte de él la disponibilidad”.
Pero no fue lo único. El arzobispo de Santiago también puso presión sobre Barros al indicar que el tema que lo afecta “debiera haberse resuelto hace varios años”. Además, afirmó que le entregó personalmente -a Barros- sus apreciaciones respecto de la situación que enfrenta.
En la conferencia de prensa también estuvieron presentes los obispos auxiliares de Santiago. Uno de ellos, Fernando Ramos, quien es secretario general del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal, consultado sobre si los otros obispos cuestionados por su cercanía con Karadima, como Horacio Valenzuela (Talca) y Tomislav Koljatic (Linares) debieran dar igualmente un paso al costado, manifestó que “en realidad, como decía el cardenal, quien toma la decisión final es el Santo Padre. Nosotros tampoco quisiéramos presionarlo por vías externas a una decisión que tenga que tomar”.
Agregó que “si el Santo Padre me pide mi opinión, yo se la puedo dar. Personalmente, también se la he dicho a los obispos mencionados, pero eso cae en un diálogo personal que hemos tenido”.
Expectación
Las palabras del arzobispo Ezzati se dieron bajo una gran expectación periodística y fueron entregadas
“El bien del pueblo de Dios pide de parte de él (Juan Barros) la disponibilidad”.
RICARDO EZZATI, ARZBOBISPO DE SANTIAGO.
“Como decía el cardenal Ezzati, quien toma la decisión final es el Santo Padre”.
FERNANDO RAMOS, OBISPO AUXILIAR STGO.
tras las cerca de dos horas que duró la reunión con los miembros del clero.
Ezzati ahondó respecto del “engaño” al que fue sometido Francisco: “Personalmente, no sé quiénes, cuántos o cómo han informado al Santo Padre. Lo que solamente puedo decir es lo que hemos informado, en forma personal y también como Conferencia Episcopal, al Santo Padre. Y le puedo asegurar que no hemos engañado al Santo Padre”.
Agregó que “en este momento no se trata de ir a caza de brujas”.
Displicencia
Entre las consultas que se le formularon también hubo una en relación al rigor en el trámite de las diferentes denuncias. “No hubo ninguna displicencia” en el trato hacia las víctimas de los abusos de Fernando Karadima. “Por el contrario, hubo mucho respeto, mucha comprensión. Jamás hemos tenido actitudes despreciativas hacia los denunciantes”. indicó.
Añadió que le parecía “bien” que el Pontífice se reuniera con las víctimas en el Vaticano antes del encuentro que sostendrá con los obispos de Chile.
Sostuvo, del mismo modo, que “no me he lavado de ninguna manera las manos frente a este tema (de los abusos). Digo y afirmo que es uno de los problemas más graves que he podido ver en mi vida de sacerdote, en los últimos 35 años de la vida de Iglesia”.
Al ser interpelado sobre si presentaría su renuncia a Francisco a raíz de la carta papal, el arzobispo recordó que hace más de un año ya presentó su carta para dejar el cargo, tras cumplir los 75 años, y que está a la espera de lo que determine el Papa. Dejó abierta la opción a su salida al sostener que “somos cuatro obispos los que hemos presentado la renuncia (Santiago, Valparaíso, Rancagua y Puerto Montt) y ojalá se acuerde luego de nosotros. Hay muchos sacerdotes santos y capacitados que pueden ser propuestos para la renovación obispal. Las fuerzas también disminuyen”.
Análisis de la carta
En lo que respecta al contenido mismo de la carta de Francisco a los obispos, Ezzati sostuvo que “nos pone frente a un escenario que es muy doloroso para la Iglesia; de una manera muy particular, muy doloroso para las víctimas; nos pone frente a responsabilidades y nos pone frente, también, a acciones a realizarse en un futuro inmediato, a mediano y largo plazo, para colaborar a sanar los corazones de las víctimas”.
Sostuvo, además, que en dicho documento el Papa mostró su voluntad de cooperar con los obispos y con la Iglesia chilena “en encontrar un camino abierto para que juntos podamos ayudar a sanar y a reparar las heridas que aún permanecen abiertas. Heridas por los abusos, de los cuales sentimos dolor y vergüenza junto con el Santo Padre”.
Añadió que el abuso, “aunque haya sido o hubiera sido uno solo, siempre reviste una máxima gravedad”.
A juicio del cardenal Ricardo Ezzati, “nos parece muy honesto y muy bueno que el Santo Padre, como un padre, pueda abrir su corazón a sus hijos y corregirlos oportunamente cuando estos han fallado”. b