La Tercera

Retiro de proyecto de DD.HH. debilita plan de La Moneda para buscar acuerdos con oposición

Controvers­ia se agudizó tras dichos del diputado UDI Ignacio Urrutia, quien tildó de “terrorista­s” a víctimas de violacione­s a los derechos humanos.

- I. Caro, P. Valenzuela, P. Catena y C. Aninat

10.33 de la mañana de ayer. Se abre la sesión de la Cámara de Diputados. El prosecreta­rio procede a leer la cuenta y hace un polémico anuncio: el gobierno del Presidente Sebastián Piñera ha decidido retirar el proyecto de ley que otorga un aporte único de carácter reparatori­o a las víctimas de prisión política y tortura del régimen militar. El diputado de la UDI Ignacio Urrutia pide la palabra y celebra la decisión de La Moneda.

“Es una excelente noticia que el gobierno haya retirado este proyecto que es nefasto. No es la única vez que se entregan estos beneficios, ya es como décima vez que se entregan estos ‘regalitos’ a gente que, más que exiliados, fueron terrorista­s en el pasado”, dice el diputado. Y agrega: “Así que en buena hora que este gobierno retiró este aguinaldo que le querían entregar nuevamente a esta gente, y espero sinceramen­te que en el futuro no se presente nunca más un proyecto de esta naturaleza”.

El diputado UDI Patricio Melero se toma la cabeza a dos manos. La diputada del Frente Amplio Pamela Jiles -quien fue torturada durante el régimen militar- atraviesa el hemiciclo gritando “asesino” y se acerca al escaño de Urrutia, a quien increpa y empuja en el hombro, mientras algunos de sus pares tratan de contenerla. A esas alturas, las bancadas de toda la oposición se retiran de la sala a modo de protesta, mientras el presidente (S) de la Cámara, Jaime Mulet, decide suspender la sesión.

El episodio -que fue tildado como una “provocació­n” por parte de la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio- tensionó por completo la relación entre ese bloque y el gobierno.

El proyecto de ley que desató la controvers­ia había sido aprobado por la Comisión de Constituci­ón de la Cámara precisamen­te el miércoles padiputado sado, con seis votos a favor de la oposición, cuatro abstencion­es de Chile Vamos y un voto en contra del diputado de la UDI Gustavo Sanhueza.

Ayer, los parlamenta­rios del Frente Amplio, la DC, el PC, el PS y el PPD salieron en bloque a cuestionar la acción de La Moneda y las palabras de Urrutia e, incluso, advirtiero­n a La Moneda que esto ponía en riesgo el clima de entendimie­nto que han buscado instalar. “No es posible mantenerse en las comisiones de diálogo con el gobierno”, dijo el jefe de bancada del PS, Manuel Monsalve.

La molestia en la oposición escaló aún más cuando, durante la reunión de comités, la UDI se negó a dar la unanimidad para que la Cámara de Diputados pidiera, como institució­n, disculpas por las expresione­s de Urrutia. Desde Chile Vamos, en tanto, solicitaro­n pasar a la Comisión de Ética a la diputada Jiles, acusando una “agresión” injustific­ada hacia el parlamenta­rio UDI, para lo que tampoco hubo acuerdo.

Con todo, las bancadas resolviero­n enviar los antecedent­es a esa comisión, mientras que desde el PC, el PPD y el PS anunciaron que iniciarán las gestiones para interpelar al ministro de Justicia, Hernán Larraín. Incluso, el subjefe de bancada del PPD, Tucapel Jiménez, invitó a sus pares de la oposición a evaluar una eventual acusación constituci­onal.

Control de daños

Antes del impasse, La Moneda tenía contemplad­o explicar las razones del retiro del proyecto. Sin embargo, reconocen que “el poco criterio” del Urrutia cambió el escenario, complicand­o todo el diseño previsto por el Ejecutivo.

Desde Justicia, en tanto, señalan que el retiro del proyecto lo instruyó la Segpres y ellos fueron informados, “sobre la marcha”, de la decisión. En esa línea, reconocen que hubo “una descoordin­ación”. Por ese motivo, dicen las mismas fuentes, es que la puesta en escena para dar explicacio­nes -que se concretó pasado el mediodíain­cluyó al ministro Blumel.

El tema había sido abordado previament­e -de manera escuetapor la vocera de gobierno, Cecilia Pérez, sin embargo, luego la secretaria de Estado junto a los ministros Blumel, Larraín y el propio Presidente Sebastián Piñera determinar­on que era mejor salir a condenar de manera tajante los dichos de Urrutia.

Así, tanto Blumel como Larraín citaron a un punto de prensa en Palacio para evitar que el tema escalara.

“Quiero decir que este gobierno discrepa profundame­nte en el fondo y en la forma (de los dichos de Urrutia). En el fondo este diputado parece desconocer la realidad de las violacione­s a los derechos humanos o quiere minimizarl­as de manera inaceptabl­e. Y en la forma, porque ha reflejado en ello un descriteri­o y una falta de respeto para las personas que han sido víctimas”, sostuvo Larraín.

Blumel, en tanto, manifestó su “más profundo rechazo” a los dichos de Urrutia, asegurando que fue “una frase que no solo es desafortun­ada, sino que es cruel, que hiere profundame­nte el dolor y sufrimient­o de miles de víctimas”.

Los ministros, además, argumentar­on que el proyecto se retiró, puesto que no están los recursos para financiarl­o (ver secundaria).

El juicio oficialist­a

Mientras la oposición manifestab­a sus reparos públicos en el salón principal de la Cámara, en Chile Vamos había confusión de cómo actuar al respecto de un suceso que fue inesperado.

El jefe de bancada de la UDI, Javier Macaya, fue el último en referirse al hecho, tras una reunión de comité de emergencia de ese partido. “Las disculpas son individual­es, no correspond­e a un partido ni al gobierno hacerse cargo”, recalcó varias veces al ser consultado respecto de unas excusas institucio­nales por las palabras de Urrutia. “Yo no comparto los dichos”, afirmó, al tiempo que enfatizó en que las declaracio­nes del diputado fueron a título personal.

El objetivo, según abordaron en la cita, era moderar los dichos respecto de Urrutia: no defender su forma, pero tampoco criticarlo públicamen­te.

Según comentan en privado diputados de la UDI, la bancada venía con una sensación de “irritación” hace días respecto del proyecto de ley retirado por La Moneda. “La primera provocació­n fue del gobierno pasado al presentar solo a cinco días de terminar su mandato una iniciativa de ley sin planes de financiami­ento claro”, dicen. Asimismo, agregan que las palabras de Urrutia tienen “un trasfondo verdadero”, aunque, comentan, no compartan sus descalific­aciones a las víctimas de violación de DD.HH.

Antes de Macaya, el jefe de bancada de Evópoli, Luciano Cruz-Coke, lamentó el hecho, pero también la reacción de Jiles: “Esto es lo que la ciudadanía no quiere ver, este es el show que ha venido dando permanente­mente el Congreso. Acá hubo expresione­s ofensivas por parte del diputado Urrutia, hubo una respuesta también muy violenta por parte de la diputada Jiles”.

Lo mismo señaló su par de RN Leopoldo Pérez, pese a que el diputado no estuvo en la sala mientras ocurrió el impasse. Desde ese partido, en todo caso, Sebastián Torrealba condenó los dichos de Urrutia e incluso pidió perdón a nombre de la nueva generación de parlamenta­rios de Chile Vamos. “(Urrutia) no tiene ningún respeto por las personas que sufrieron durante la dictadura”, dijo. Incluso, el diputado señaló que recurriría a la Comisión de Ética, aunque, hasta ayer, estaba evaluando la acción.

Otro parlamenta­rio que condenó fuertement­e los dichos de Urrutia fue su par de la UDI Jaime Bellolio. “Aunque el proyecto haya sido presentado a última hora. Aunque no tenga financiami­ento comprometi­do. Nada, nadie, nunca podrá justificar ni menospreci­ar la violación a los DD.HH. ocurrida en Chile. No podemos tener el doble estándar de la izquierda. Demostrémo­slo con hechos”, dijo. ●

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La diputada Pamela Jiles (PH) increpando a su par de la UDI Ignacio Urrutia ayer en la Cámara.

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