La frontera intercoreana prepara la alfombra roja para la cumbre
La frontera intercoreana, una demarcación caracterizada por la tensión militar, vive marcada estos días por frenéticas obras y preparativos para la cumbre del 27 de abril entre Moon Jae-in y Kim Jong Un, que se convertirá en el primer líder norcoreano en pisar el Sur desde el fin de la guerra.
A una semana del histórico encuentro, se vislumbra el intenso movimiento de funcionarios, operarios y camionetas con material de obra en torno a la zona de seguridad conjunta (JSA), el lugar que albergará la primera reunión de mandatarios de las dos Coreas en 11 años.
La JSA, 40 kilómetros al norte de Seúl, es el único punto fronterizo entre ambos países -técnicamente aún en guerra- donde tropas surcoreanas, de EE.UU. y norcoreanas se ven las caras y, aunque acepta turistas, todas estas visitas se han cancelado durante todo el mes de abril.
De Peace House, el edificio situado en la franja Sur de la JSA que albergará la cumbre, solo se permite observar y fotografiar la fachada exterior. Varios funcionarios que se suponen de la oficina de presidencia o del Ministerio de Unificación surcoreano revisan cuidadosamente el balcón del segundo piso, donde tendrá lugar la cita.
A su vez, la mayor actividad se registra ante la entrada, que está siendo renovada y donde varias personas trabajan con afán usando cintas de medir en lo que parecen los preparativos para colocar una alfombra. ●