Cuando pa’ Chile me voy
En la selección argentina, el rival de hoy de la Roja por un cupo en el Mundial de Francia 2019, hay cuatro futbolistas que jugaron en nuestro país.
La historia de cada una tiene sus matices, pero todas tienen a Chile como una referencia importante en sus vidas, como el caso de la delantera Belén Potassa (29 años), quien militó en Santiago Morning entre 2007 y 2010 (al que llegó invitada por su compatriota y amiga Ludmila Manicler), mientras que la arquera Laurina Oliveros (24) defendió a las Bohemias cinco años después. Mariana Larroquete (25), en tanto, tiene un pasado mucho más reciente, pues jugó por la U durante 2016 y 2017.
Caso aparte es el de Estefanía Banini (27), quien llegó desde Mendoza para defender a Colo Colo cuando apenas tenía 20 años, precisamente escogida por José Letelier, el DT de Chile. Se formó en el club de Macul, “donde aprendí una enormidad”, explica.
“Cuando vine, al fútbol femenino le daban más importancia acá. Se televisaban los partidos, algo que en Argentina está lejos de suceder”, dice Potassa, quien ya tiene la experiencia de haber disputado la Copa del Mundo 2007 y de haber ganado la única Copa América que ha perdido Brasil (Mar del Plata 2006), incluyendo un gol suyo ante el Scratch en la final (2-0).
Oliveros coincide con Potassa: “Noté que en Chile el fútbol femenino estaba mucho más organizado. Había dos categorías, lo que también era un paso adelante. En Argentina sigue estando todo un poco estancado”. De cualquier modo, entienden que el nivel de la Albiceleste es superior a la liga transandina debido a la gran cantidad de futbolistas que están en el exterior (9).
Potassa, la de mayor experiencia en el grupo, explica que el asunto es más bien un tema de apertura mental del país y, además, por gestión: “Tenemos la esperanza de que haya más difusión, de que se acerquen sponsors, que haya más marketing, televisión, y que todo vaya más allá de la mera difusión en las redes sociales o con periodistas que trabajan todo a pulmón por la causa”.
Al respecto, explican que la Roja trabaja de una manera que ellas envidian. “Cuando hay un amistoso, por ejemplo, viajan todas”, dice Oliveros. Y citan no sólo la cantidad de juegos de preparación, sino que, además, el nivel de inversión que representó, por ejemplo, el choque de las chilenas con Francia en Caen, en octubre pasado. O, como apunta Banini, el caso de Brasil “que tiene a casi toda su selección jugando en el exterior. Eso sí que pesa”.
Otro punto de coincidencia es la valoración que todas hacen de sus rivales de hoy, sobre todo de la zaga y la portera. “Chile tiene dos centrales que están para jugar en cualquier parte. Hoy por hoy, son las mejores”, dice Potassa. Oliveros matiza que “el puesto más importante lo tiene muy bien cubierto, con una tremenda arquera. Y lo otro que me impresiona es que todas tienen muy buen pie, salen jugando”.
Sobre el duelo de hoy, Larroquette anticipa que “el equipo que esté más concentrado será el que va a ganar”, y Banini enfatiza: “Afuera de la cancha tenemos muchas amigas, pero adentro somos rivales y saldremos a ganar. Ellas también deben estar en la misma posición”.
“Emocionalmente ellas tiene la presión de salir a ganar y eso nos ayudará a nosotras a ganar el partido”, sostiene Oliveros.
“Chile tiene un muy buen juego colectivo, pero las individualidades las tiene y debe potenciarlas. Han tenido una mezcla de infortunio y de presión que las ha perjudicado, tal vez”, añade Banini, “Y bueno… ojalá que sigan con la falta de gol”, finaliza, provocando las risas colectivas. ●