El club culpa a Hoyos de los atrasos
En la U estaban al tanto que Hoyos podía ser sancionado. Sabían de las anotaciones de la Conmebol, en los duelos ante Vasco y Racing, por los retrasos del equipo al momento de ingresar a la cancha. Ante los transandinos, el equipo se demoró 70 segundos más de lo permitido por el reglamento de la Copa Libertadores. Ayer, la Conmebol hizo oficial la sanción. Hoyos no se podrá sentar en la banca.
La situación es un pecado injustificable. El club no tiene, como ocurre en Europa, un delegado pendiente y responsabilizado de estos detalles. Y culpan al DT. Dicen que ordena a sus ayudantes que tomen el tiempo para evitar sanciones. Pero que luego no toma atención, pese a que incluso algunos dirigentes han asumido la función de ir a apurar al equipo al camarin.
En Azul Azul intentan no dramatizar, pero sí advierten que incomoda que el argentino caiga en este tipo de errores. Previo a la sanción, le hicieron saber que los continuos retrasos podrían generar un conflicto. “Se le advirtió a Hoyos que podía ser sancionado”, dice un alto ejecutivo. “¿Cómo se explica una sanción de este tipo? Hoyos es Hoyos”, dice un miembro de la concesionaria. Ronald Fuentes, gerente deportivo, añade: “Espero que no sea una complicación y que no vuelva a suceder”.
El caso es que Hoyos no se podrá sentar en el banco, tampoco trasladarse en el bus del equipo y su última charla debe darla en el hotel. Llegará al Mineirao en el furgón que lleve a la plana directiva, que tiene considerado a Carlos Heller, presidente del club, quien llegará horas antes a Belo Horizonte.