La Tercera

Tapia ajusta su pizarra

Héctor Tapia dirigió su primera práctica en su retorno a Colo Colo. El ambiente en Macul se distendió. El 4-2-1-3 que usó en su anterior paso pone en peligro a un central y uno de los pivotes, y favorece a un extremo.

- José Pedro Amenábar

“No sé si en un corto o largo plazo, yo creo que Héctor va a volver a Colo Colo”, dijo Esteban Paredes en 2015 ante la sorpresiva salida de Héctor Tapia. Las palabras del actual capitán fueron una premonició­n. Hoy, luego de tres años aproximada­mente, Tapia volvió al estadio Monumental para dirigir su primera práctica, tras el retorno.

La tormenta ya pasó en Macul. Se respiran aires de calma y se graficó en el primer entrenamie­nto. Previo a esto, un distendido y risueño Paredes, respaldó la llegada de Tapia.

A las 17 horas, el DT cruzó las puertas junto a Gabriel Ruiz Tagle. En la cancha lo esperaba el plantel. Tapia los saludó uno por uno, incluido Julio Barroso, quien había sido separado de las prácticas por Pablo Guede. El nuevo cuerpo técnico y el presidente hablaron con el grupo. Luego Ruiz Tagle se retiró y la conversaci­ón con los jugadores se alargó. El primer ejercicio de la segunda era Tapia fue el tradiciona­l “tontito”. Valdivia y Pinares trabajaron por separado.

La primera era de Tapia en Colo Colo fue exitosa. De hecho, registró un 69,74% de rendimient­o. En ese entonces, desde un comienzo jugó con un esquema definido e inamovible: 4-2-1-3. La pizarra de Tito se mantuvo todo su proceso. En ese entonces, el plantel era distinto. Justo Villar asomaba como uno de los máximos referentes, Beausejour era el dueño de la banda izquierda, Vecchio manejaba los hijos y un joven Juan Delgado era el veloz puntero.

Justo aquí se marca la primera diferencia con Guede. El argentino utilizó línea de tres defensores en la mayoría de los partidos. Tapia se caracteriz­a por ocupar cuatro defensores y dificilmen­te saldrá de esta convención. Con esto, un central quedaría postergado.

Varios que fueron titulares inamovible­s en la primera era de Tapia, siguen en el plantel. Es el caso de Valdés, Paredes, Fierro y Barroso. Estos dos últimos habían perdido continuida­d y la confianza de Guede. Con Tito de vuelta, podrían tener más chances.

En el mediocampo, bajo el esquema de Tapia solo habría chance para tres y los nombres son varios: Carmona, Baeza, Pinares, Valdés y Valdivia. La duda entonces, es si es que el Mago con Pajarito podrán jugar juntos. El puesto de los dos que ocuparán la zona de contención es una incógnita.

Este exceso de volantes y falta de punteros especialis­tas, haría que el DT albo modificara su esquema a 4-2-2-2.

Se inició una nueva era y los entrenamie­ntos dilucidará­n lo que quiere Tapia en

su pizarra.b

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