La Tercera

El padre del suspenso vuelve a las salas chilenas

Tres años antes de que Dr. No iniciara la saga de James Bond, el cineasta inglés dirigió Intriga internacio­nal, filme que sembró los códigos del espionaje chic. La película con Cary Grant se reestrena en Chile poco antes de los 120 años del nacimiento del

- Por Rodrigo González M.

Todo comenzó con un cadáver lanzado al Atlántico, cerca del sur de España, el 30 de abril de 1943. Era el cuerpo de un vagabundo sin identifica­ción al que los ingleses le pusieron los falsos documentos de un supuesto mayor Martin, espía de alto rango. Entre otras cosas, cargaba con las ficticias cartas del Alto Mando aliado donde se indicaba que invadirían Cerdeña y los Balcanes, pero no Sicilia. Tras encontrar el cuerpo y registrar los papeles, los alemanes picaron el anzuelo: redoblaron sus fuerzas en los supuestos objetivos anglo-estadounid­enses y se olvidaron de Sicilia. Por supuesto, el siguiente paso fue la invasión aliada a la isla del sur de Italia, una victoria más fácil de lo prevista por ingleses y norteameri­canos.

Esa es la historia que solía contar el periodista Otis C. Guernsey Jr., reportero estrella de The Herald Tribune, sobre la “Operación Carne Picada” de la Segunda Guerra Mundial. También acostumbra­ba decir que el exitoso truco para desorienta­r a los alemanes le sirvió para crear una historia sobre un vendedor viajero que era confundido con un espía. Eso sí, Guernsey Jr . concedió que la idea era algo “banal” y “fal- ta de lógica”, aunque eso no fue impediment­o para vendérsela a Alfred Hitchcock (1899-1980) por 10 mil dólares. Nueve años después, el hombre al que confundían tenía el rostro de Cary Grant y la película se llamaba Intriga internacio­nal ( North by Northwest, 1959), uno de los mayores éxitos comerciale­s y críticos del cineasta británico

La película, la última de las cuatro en que Hitchcock dirigió a Cary Grant, se reestrenar­á el sábado 9 de junio en las salas Cinemark de Santiago y regiones, repitiéndo­se el martes 12 de junio, el sábado 23 de junio y el martes 26 del mismo mes. Su llegada a los cines locales sucede a los ya legendario­s reestrenos, a lo largo de los años 90, de tres de las obras maestras del inglés: La soga (1948), La ventana indiscreta (1954) y Vértigo (1958).

Si en estas últimas el protagonis­ta era James Stewart (el más atormentad­o de sus actores favoritos), en Intriga internacio­nal Grant es capaz de proveer un encanto sólo reservado a una estrella sofisticad­a y galante. Antes de participar en el filme, el actor inglés había estado en otros tres largometra­jes de Hitchcock (Sospecha, Tuyo es mi corazón y Para atrapar al ladrón), pero por poco no aceptó el rol del publicista Roger Thornhill. Con 55 años, se considerab­a demasiado viejo para el personaje.

La única cinta que Hitchcock realizó para los rutilantes estudios Metro Goldwyn Mayer (casi siempre trabajó con Paramount y Universal) es un oasis de diversión en medio de largometra­jes más sombríos. El director venía de hacer Vértigo (1958), película de connotacio­nes trágicas que en su momento fracasó en la crítica y recaudó menos que sus otros trabajos. Tras Intriga internacio­nal realizaría nada menos que

Psicosis (1960), clásico de suspenso y horror al que le faltó todo el presupuest­o que su predecesor­a mostraba en cada escena y cada decorado.

Hasta hoy, y debido a la categoría de obra maestra de Vértigo y al estatus de culto de Psicosis, Intriga internacio­nal tiende a palidecer injustamen­te por comparació­n. El propio cineasta no contribuyó demasiado a perpetuar el nombre de la película en las conversaci­ones que mantuvo con François Truffaut y que fueron publicadas en el famoso volumen

El cine según Hitchcock, de 1966. ”Quería hacer algo divertido, ligero y libre del simbolismo que permeaba las otras películas”, se lee en el canónico volumen cinéfilo.

Pero más allá de las opiniones de su autor, que siempre podían desplegar una buena dosis de ironía y no deberían ser tomadas totalmente en serio, Intriga internacio­nal capturó como ninguna la temperatur­a de la época. El clima político de la Guerra Fría, la doble moral y el auge de los personajes inspirados en los publicista­s de la Madison Avenue de Nueva York (los mismos que, 50 años después, serían rescatados en la serie Mad men), están en el menú de Intriga internacio­nal.

Sólo un guionista como Ernest Lehman (el mismo de Sweet smell of success y ¿Quién le teme a Virginia Woolf?) pudo tener la habilidad para darle espesor a esta historia de espías falsos. Por lo demás, Intriga internacio­nal

prefiguró en tres años el esquema dramático y visual de la serie de James Bond.

Un publicista en apuros

La trama se cuelga de todos los avatares y sinsabores que le ocurren a Roger Thornhill (Cary Grant), ejecutivo publicitar­io que es confundido con el supuesto espía George Kaplan en un lujoso hotel neoyorquin­o. Maniatado y a bordo de un auto, el bonachón y carismátic­o Thornhill (se sabe que James Stewart deseaba este rol, pero Hitchcock siempre quiso a Grant) es conducido a la casa de Phillip Vandamm (James Mason), un villano con clase y estilo.

El personaje de Vandamm, que inspiraría varios archienemi­gos de la saga Bond, es sofisticad­o, obedece a intereses extranjero­s y pretende sacarle informació­n a Kaplan (es decir a quien cree que es Kaplan, que en realidad es Thornhill), antes de eliminarlo. De una u otra forma, el persona-

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je a cargo de Grant logra ir zafando de los múltiples intentos de asesinarlo: desde la simulación de un accidente automovilí­stico hasta la famosa escena en que una avioneta de fumigación lo persigue en un campo que, en apariencia, no necesita ser fumigado.

No pasará demasiado tiempo antes que Thornhill se dé cuenta de que su periplo tiene connotacio­nes kafkianas: los agentes gubernamen­tales le informan que el tal Kaplan no existe y que es un nombre inventado para despistar a Vandamm y a sus secuaces. Lo tenebroso es que no están dispuestos a proteger a Thornhill, pues les sirve para distraer a los villanos. Mientras tanto, el publicista (soltero y con tiempo para seducir en medio de sus pesadillas) conoce en un tren a Eve Kendall (Eva Marie Saint), la auténtica agente gubernamen­tal que pretende desbaratar la banda de Vandamm.

Desde las arremetida­s de la avioneta fumigadora hasta la última escena de persecució­n en el Monte Rushmore (donde Cary Grant se esconde en la nariz del rostro esculpido de Lincoln), Intriga internacio­nal exhibe un despliegue sorprenden­te de recursos de producción, incluso para los estándares de Hitchcock. Entre las curiosidad­es, hay que decir que el director filmó varias escenas con Cary Grant alrededor del edificio de las Naciones Unidas en Nueva York. Nunca le dieron el permiso, así es que lo hizo a riesgo de que se llevaran preso a todo el equipo.

Otro de los clásicos detalles escenográf­icos fue que la casa del villano Vandamm estaba hecha a imagen y semejanza de las construcci­ones del arquitecto Frank Lloyd Wright, el más famoso del momento. La suntuosida­d en el diseño de producción de Intriga

internacio­nal sería otra marca de fábrica de las películas -posteriore­sde James Bond.

Para cerrar el círculo de influjos, vale la pena reparar en que, de acuerdo con el historiado­r inglés Ben Macintyre, la “Operación Carne Picada” de la Segunda Guerra Mundial tuvo su origen en una instrucció­n escrita por el almirante John Henry Godfrey, quien a su vez se basó en consejos de su asistente Ian Fleming, el futuro creador de Bond.

Sesenta años de Vértigo

Poco antes de la exhibición de

Intriga internacio­nal en las salas locales, se cumplen además los 60 años de Vértigo, estrenada el 9 de mayo de 1958 en San Francisco, la ciudad donde transcurre sutriste historia: la de “Scottie” Ferguson (James Stewart), el detective que se obsesiona con Madeleine (Kim Novak), la esposa de un amigo.

Ubicada constantem­ente en las listas de las mejores películas,

Vértigo escaló en 2012 al primer lugar en la elección que cada década hace la revista británica Sight & Sound. Aquella encuesta entre críticos y cineastas es probableme­nte la más prestigios­a entre los medios internacio­nales y durante muchos años fue liderada por Ciudadano Kane

(1941), de Orson Welles. Vértigo aparició por primera vez en la lista en 1982 y en 2002 ocupó el segundo puesto.

Pero, más allá de sus movimiento­s en las tablas de posiciones, la relevancia de Vértigo y el reestreno de Intriga internacio­nal sirven para corroborar el inoxidable vigor de Hitchcock, de cuyo nacimiento se cumplirán 120 años en agosto de 2019. Fallecido hace exactos 29 años -el 29 de abril de 1980-, el realizador no ha hecho más que crecer desde su revaloraci­ón en los ’60. Desde que le dijera a Trufaut que Intriga internacio­nal era algo “divertido, ligero y libre de simbolismo”.

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► Cary Grant interpreta al publicista Roger Thornhill, quien es confundido con un espía en Intriga internacio­nal (1959).
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 ??  ?? ► Cary Grant, Eva Marie Saint, Alfred Hitchcock y James Mason en un alto del rodaje de Intriga internacio­nal (1959).
► Cary Grant, Eva Marie Saint, Alfred Hitchcock y James Mason en un alto del rodaje de Intriga internacio­nal (1959).
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Kim Novak como Madeleine en Vértigo, filme que cumple 60 años.

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