La Tercera

Un mínimo respiro para Everton

- José Miguel González

Unión Española aguantó, pero no pudo y terminó dándole oxígeno a un cuestionad­o Pablo Sánchez al mando de Everton, que sigue en los últimos puestos del Campeonato Nacional, pese al empate de ayer.

Los hispanos ganaban gracias a la cabeza de González y resistían bien el roce del partido. Eso, hasta que una expulsión a Poblete por una fuerte entrada sobre Salinas dio aire y tiempo para que los viñamarino­s empataran. Eso sí, con más ganas que buen fútbol.

En el primer tiempo los hispanos quisieron dominar. Llegaron a Sausalito con tres victorias seguidas y se medían ante el equipo colista del tor- neo y que vive días intensos, incluso en la galería. Los hinchas protestaro­n en las calles de Viña del Mar antes del partido, y retomaron su llamado a no entrar al estadio, disconform­es con la dirección ruletera. Pese a que los de Palermo conectaban entre ellos, las mejores opciones, aunque escasas, fueron del local, con Guerra alzándose sólido en la portería visitante. Un remate de media distancia de Salinas sobre el travesaño y otro intento suyo que desvió el arquero hispano, abajo y a la derecha, ilusionaba­n al local.

Ya en la segunda mitad, con Unión arriba en el marcador, pero con uno menos en la cancha, Everton se volcó al ataque y tuvo su premio luego de un tiro de esquina, cuando Rubio marcó de derecha tras pivoteo de Suárez.

Sobre el final, Pizzorno, luego de un pase de González, su pareja en la zaga, sacó lo mejor de Eduardo Lobos. El remate del defensa hizo que el arquero se estirara cuan largo es para llegar a una pelota que se colaba en su rincón inferior izquierdo. A cinco minutos del final, el portero decretaba el 1-1 definitivo y rompía una regla no escrita del fútbol: esta vez, con dos cabezazos en el área no hubo gol.

El empate no sirve mucho. Ni a Everton en su intento de salir de los últimos puestos del campeonato, ni a Unión, que sigue al límite de los lugares de clasificac­ión a los torneos internacio­nales. Por ahora, Vitamina sigue. “Mañana entreno al equipo. Soy el entrenador y tengo el apoyo de la dirigencia”, aseguró tras el duelo. ●

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► Suárez (izquierda) y Figueroa pelean un balón.

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