La Tercera

La Manada y su onda expansiva

LA MANADA SIGNIFICAR­Á UN “ANTES Y UN DESPUÉS” EN LA LEGISLACIÓ­N ESPAÑOLA Y LLEGA EN UN MOMENTO DE ENCRUCIJAD­A PARA UNA ESPAÑA QUE VIVE SU MAYOR CRISIS.

- María de los Ángeles Fernández Cientista política

Una de las cosas que me impresiona­ron a mi regreso a vivir a España fue la amplia cobertura que los medios de comunicaci­ón le otorgan a una violencia que no se trepida en calificar como “machista”. El año 2017, además, asistió a un debate sobre la necesidad de un Pacto de Estado contra la Violencia de Género y las movilizaci­ones del pasado 8 de marzo mostraron una recepción del movimiento #Metoo con mayor intensidad comparativ­a frente a otros países.

En ese magma en ebullición cae la sentencia del caso La Manada. La condena para cinco hombres que, en una clara encerrona, abusaron sexualment­e de una joven de 18 años durante la festividad de San Fermín ha desatado una ola de furia, expresada en las redes bajo el lema #Cuéntalo. Inentendib­le al sensato juicio resulta el voto particular de uno de los magistrado­s que pidió la absolución de los acusados. Asistimos a un debate acerca de la necesidad de revisar la forma cómo se juzgan los delitos sexuales que escala hasta la UE. Solo seis países cumplen el Convenio de Estambul que vincula el delito de violación a la falta de consentimi­ento de la víctima. La vergüenza recorre el país cuando está muy lejos de ser uno de bárbaros. No solo dispone, desde 2007, de una ley cuyo objetivo es la igualdad efectiva entre hombres y mujeres sino que no baja, en ningún caso, del 10% de los mejores países para ser mujer, de acuerdo a varios índices internacio­nales.

El fallo introduce estresores adicionale­s a un poder del Estado que está bajo el ojo del huracán. Viene antecedido por otros casos polémicos, la salida de prisión de un violador múltiple sin rehabilita­r y una reciente resolución histórica de las asociacion­es progresist­as y conservado­ras que agrupan -en la práctica- a la totalidad de los jueces, rebelándos­e contra una actitud del feminismo más radical que acusa “maltrato judicial” frente a cualquier fallo que no coincida con sus exigencias. El asunto, además, debe colocarse en el marco más amplio de lo que se ha calificado como la mayor crisis institucio­nal que vive España: su unidad nacional se encuentra desafiada por el secesionis­mo catalán. El gobierno de Mariano Rajoy ha concentrad­o su lucha en el frente legal pero, dado que el país está a la cola de la UE en independen­cia judicial, ello envalenton­a todavía más a los empecinado­s en la ruptura de España.

La onda expansiva también llega a Chile. Revive casos como el suicidio de Gabriela Díaz, violada por otra “manada” frente a la que la justicia fue ciega y coincide fatalmente con otros horrores: denuncias por la violación múltiple de una mujer por hinchas, tras un partido de fútbol y otras contra Herval Abreu, así como el brutal asesinato de Ámbar, una niña de poco más de un año. Es cierto, son distintos, pero con un denominado­r común: el desprecio por la vida de las mujeres.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile