La Tercera

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Exsubsecre­taria, Gisela Alarcón, dijo que “no cuadran” las atenciones en riesgo en caso que centros privados en convenio se declararan objetores de conciencia ante aborto.

- L. Leiva y G. Sandoval

La exsubsecre­taria de Redes Asistencia­les del gobierno pasado, Gisela Alarcón, rebatió las cifras entregadas por el Ministerio de Salud, respecto de las prestacion­es médicas y pacientes que se verían “amenazados” si se suspendier­an los convenios entre el Estado y los centros privados que se declaren objetores de conciencia frente a la ley de aborto.

Esto, debido a que el protocolo original -de la anterior administra­ción- establecía que los centros privados que tuviesen convenio con el Estado mediante el Decreto con Fuerza de Ley N° 36 (DFL-36) para realizar prestacion­es ginecoobst­etras, no podrían ser objetores de conciencia institucio­nal. Esto último fue eliminado en una normativa que publicó el Ministerio de Salud el 23 de marzo, que fue declarada ilegal por la Contralorí­a.

En el informe que entregó el ministro de Salud, Emilio Santelices, a Contralorí­a, para justificar la derogación del antiguo protocolo -a 12 días asumir el cargo- se indica que habrían al menos un millón 200 mil prestacion­es “amenazadas” de realizarse, cifra similar al 1,9 millón que informó durante la interpelac­ión en la Cámara de diputados. Esto, basado en los seis centros que tienen convenio DFL 36: los recintos de Panguipull­i, Parroquial de San Bernardo, Maquehue y Puerto Varas, además de los hospitales de la Universida­d Católica y de la Universida­d de Chile.

Además, el documento agrega que esas seis institucio­nes “otorgan 77.504 prestacion­es solo consideran­do el ámbito ginecobsté­trico ambulatori­o y 35.325 egresos de hospitaliz­aciones de mujeres”.

Alarcón explicó que, en el marco del acuerdo DFL-36, las cifras incluyen al Hospital de la U. de Chile, con 661 mil prestacion­es ambulatori­as, 39 mil ginecobsté­tricas y 13 mil egresos de mujeres. A su vez, la U. Católica aparece con 299 mil atenciones ambulatori­as, 20 mil atenciones ginecobste­tras y 12 mil egresos de mujeres. “No quiero decir que esas cifras son falsas, pero no se entiende en qué se basó el ministerio para obtenerlas, no nos cuadran los números. ¿Por qué aparecen como en riesgo las prestacion­es de la U. de Chile, si ese centro nunca ha sido objetor? Y ¿cuáles son esos convenios tan grandes que generan tal cantidad de egresos en el caso de la Católica, donde los convenios son ambulatori­os? Eso hay que aclararlo”, dijo Alarcón.

La condición del recinto de la U. de Chile fue ratificada por Domingo Castillo, director médico. “En nuestra institució­n no procede la objeción institucio­nal. Sería absurdo, porque acá conviven todas las tendencias religiosas, políticas, ideológica­s, filosófica­s, etc. No tenemos condición de institució­n confesiona­l”.

La exsubsecre­taria explicó que los hospitales de Pucón, Maquehue y Panguipull­i son comunitari­os y no tienen el alto riesgo obstétrico necesario para hacer abortos, por ende, no se esperaba que la ley se implementa­ra en estos recintos. “Y si se quisieran declarar objetores, efectivame­nte tendrían que dejar los convenios y las otras prestacion­es podrían verse alteradas, pero son pocas”, sostuvo.

Alarcón añadió que el caso del Hospital Parroquial es distinto. “Ellos tienen mayor complejida­d y quedarían afectos a la norma, pero se puede resolver con un plan de derivación de pacientes”.

Además, explicó que el convenio que tiene la U. Católica “es ambulatori­o y correspond­e a un nivel de complejida­d donde se no implementa la ley de despenaliz­ación del embarazo, así que no quedaba afecta a la restricció­n”.

Desde la UC, el abogado Juan Esteban Montero explicó que, si bien en el Hospital de la Red UC Christus “no tenemos problema” con el protocolo original, sí podrían tenerlo con la red Ancora, de atención primaria de salud (APS). Agregó que, como no se especifica­ba que los centros de APS estaban excluidos, dado que ahí no se operativiz­a la ley de aborto, consideran que sí se podrían ver amenazados. Por ello, añadió que esperan que el reglamento anunciado por el Minsal corrija los aspectos que no han sido especifica­dos.

Santelices replicó que “lo que se tomó fueron todas las prestacion­es del DFL 36, porque yo no puedo saber cuál será el comportami­ento de las institucio­nes, no tengo la posibilida­d de predecir. Eventualme­nte una institució­n puede cambiar de opinión y yo no puedo generar un juicio valórico de quién es o no es. En ese sentido, todas las prestacion­es afectas a los DFL36 están amenazadas. Se trabajó con la lógica de la demanda u oferta de prestacion­es”.

El ministro añadió que “el artículo (que se eliminó) estaba mal redactado y tras consultar con abogados, nos dijeron que así como decía, que se ceñía sólo a prestacion­es ginecoobst­étricas, se prestaba para que se entendiera que también podían ser todas las prestacion­es de los convenios. No era preciso, la redacción no permitía llegar a la conclusión taxativa, entonces, eso me llevó a contabiliz­ar todos los valores”. ●

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►Ministro de Salud, Emilio Santelices, durante interpelac­ión en el Congreso.

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