La búsqueda del anónimo del Metro
La empresa intentó hallar durante semanas a Luis Escobar para mostrarle su retrato, que se exhibe en la Estación Baquedano.
El destacado artista Guillermo Lorca conoció a Luis Escobar en 2010, cuando trabajaba en un restaurante. En ese tiempo el Metro le había encargado la misión de buscar a chilenos y chilenas para que formaran parte del proyecto “Rostros del Bicentenario”, una muestra que se realizó para conmemorar los 200 años de la Independencia de nuestro país. Guillermo le tomó una fotografía a Luis, tal como lo hizo con las otras cinco personas que fueron retratadas y lo pintó al óleo en una gigantografía cuando él tenía 42 años.
La muestra, que está expuesta para las 200 mil personas que pasan a diario por la Estación del Metro Baquedano, ayer sorprendió a Luis al verse ahí ocho años después. Observa su imagen y se emociona: “Es una vuelta al pa- sado. Me veo tan, tan diferente”, señala hoy este guardia de seguridad a los 50 años.
La iniciativa, que forma parte de MetroArte, convocó al igual que a Luis, al resto de las personas que posaron para Lorca. Se reunieron a ver los lienzos que miden 2,9 por tres metros de largo y que decoran la concurrida estación.
Luis observa con ojos enormes el cuadro en que aparece y dice que nunca lo había visto terminado. Comenta que en ese tiempo usaba ese jockey azul, que tenía el pelo más corto y su piel se veía más clara.
Tal como le sucede a él, a cualquiera le cuesta verse retratado en estas dimensiones. Luis cuenta que no es un hombre de las ahora famosas selfies y que en su casa no se estila ese tipo de obras. Pero, además, sostiene que nunca se había detenido en la estación Baquedano a observar las piezas de arte, pues sus viajes los realiza en buses o a pie en Huechuraba, comuna en la que vive y trabaja. Ahora que mira con detención, percibe nuevos detalles como sus lunares o ciertas pinceladas más luminosas que le dieron brillo a su cara en esa pintura realista. ¿Y su conclusión?: “Pienso que ahora estoy más acabado”, dice, en tono de broma. El impacto de la diabetes, dice, lo hace ver muy mayor.
Búsqueda
A Metro de Santiago le costó contactar a todos los participantes pero, especialmente, a Luis, pues su número de teléfono ya no era el mismo. La empresa, que es muy activa en redes sociales, publicó que se buscaba a esta persona mostrando su imagen. Entre decenas de comentarios y retuiteos, los sobrinos de Luis lo vieron y le avisaron. Él no usa Twitter ni Facebook, así es que fue una sorpresa cuando sus parientes le avisaron. Luis se interesó de inmediato cuando lo ubicaron, dice que la imagen le hizo recordar otra etapa de su vida. Junto a él ayer estaba Lorca, el pintor, quien explicó que la elección se debió a que se trataba de un rostro que podía representar a esas miles de personas que viajan a diario por el tren subterráneo. “Es el típico “flaco” chileno con rasgos interesantes de mostrar y que se podría ver en todos lados”, asevera el artista.
Luis Escobar también, por primera vez, le sacó fotos con su celular al cuadro. Dice que quiere invitar a sus hijos al lugar y “retratarse” con ellos como familia. Pero ahora debe volver al trabajo, como cualquiera de esos chilenos que pasan por ahí. Antes, instala su propia imagen como fondo de pantalla en el teléfono, se ríe y se va.