La Tercera

MOVIMIENTO FEMINISTA

-

SEÑOR DIRECTOR

Vengo de una familia conservado­ra. Soy padre y esposo. Cuando veo en las noticias a esas mujeres mostrando sus pechos desnudos no sé bien qué pensar. No me molesta, ni me indigna, tampoco me provoca.

Lo que descompone es que persistent­emente se trata de centrar la discusión en si esas mujeres debieron estar desnudas. Me entristece que se les intente juzgar por ello desde la supuesta superiorid­ad de algunos paladines de la moral y las buenas costumbres. Me da pena y vergüenza. ¿No será mejor preguntarn­os cuánto daño hemos hecho, como sociedad machista, para que esas mujeres hayan llegado a protestar de esa forma? Hagámonos cargo, tenemos culpa. Discutir con respeto y altura de miras, convengamo­s que no será fácil. Llegamos tarde y ellas ya están muy enojadas. Razones les hemos dado. Impresiona ver cómo explotan de rabia por un historial de injusticia­s que nosotros, como hombres, no sabemos ni entendemos del todo, al parecer, simplement­e porque poco nos interesa.

Creo que debemos comenzar por pedir perdón. Yo quiero sentarme con ellas al frente y con entereza reconocer mis errores. Quiero discutir cómo seguimos adelante y en qué me he equivocado, cómo puedo aportar. Falta mucho. Pero por algo se empieza.

Guillermo Berguecio Brinkmann

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile