Goic y denuncia en Rancagua: “No es delito, sino un pecado grave”
El obispo indicó que esta situación cambiaría si se descubre que hay menores involucrados.
El obispo de Rancagua, Alejandro Goic, se refirió ayer a las denuncias por presunto abuso al interior de la diócesis y a la investigación que mantiene suspendidos a cerca de 12 sacerdotes.
“Lo que parece que ha acontecido es fundamentalmente faltas a la integridad sacerdotal. Un sacerdote está llamado a guardar el celibato y pareciera que ha habido algunos deslices en este campo”, señaló Goic consultado por CNN. “Eso no es delito, sino que un pecado grave desde la moral cristiana, bajo la figura de faltas a la integridad sacerdotal”, añadió el sacerdote.
Uno de los clérigos suspendidos, Luis Rubio, de la parroquia de Paredones, reconoció en el programa Contacto haber enviado fotos a una persona que se hacía pasar por menor de edad.
Goic expresó que en el caso de que la fiscalía revelara un eventual abuso de menores, “eso es delito y merece ir a los tribunales civiles y a los tribunales eclesiásticos”.
El prelado reiteró que no recibió una denuncia formal, aunque reconoció que “me faltó mayor diligencia para hacer una investigación, pero son temas muy delicados”.
El párroco Óscar Zúñiga, también suspendido, envió una carta a los fieles de la parroquia Sagrado Corazón en Las Cabras. “En lo personal, estoy tranquilo y me encomiendo a vuestras oraciones”, señaló la misiva.
Por su parte, el obispo auxiliar de Santiago, Fernando Ramos, dijo que la situación que afecta a la diócesis “es grave. Con humildad don Alejandro ha pedido disculpas y habrá que tomar medidas rigurosas”.b