La Tercera

Las 21 detencione­s de “El chico mono”: hurtos, robo de autos y asaltos

Imputado de homicidio en La Reina había quedado en libertad el 2 de mayo, cuando era indagado por un violento robo. Su primer arresto fue a los 13 años.

- V. Rivera y P. Basadre

“Confesó que tiene problemas con drogas, de chico que consume pasta (base), ahora no consume desde que está preso. Siente que necesita rehabilita­ción”. Esta es parte de las conclusion­es que entrega la sentencia del Tercer Tribunal Oral en Lo Penal de Santiago sobre Ariel Mena Suazo (18), quien en 2016, cuando tenía 17 años, fue condenado por el robo a una casa, justamente en La Reina. Esta residencia se ubica a pocos metros de la morada a la que ingresó la madrugada del lunes, donde, según la policía, atacó con un cuchillo a sus tres moradores. Una de estas víctimas, una mujer de 63 años, falleció producto de las heridas.

Los reiterados ingresos y salidas que Ariel Mena tuvo del sistema penal juvenil revela, para expertos, las fallas que tienen estos procedimie­ntos y que no pudieron evitar el trágico desenlace. Uno de estos fue Marcelo Sánchez, director ejecutivo de la Fundación San Carlos, quien indicó que “la situación refleja la falta de oferta para evitar el inicio temprano de trayectori­as delictivas. Hoy no hay cobertura”.

Ariel Mena es un conocido en los cuarteles policiales y en la 43 Comisaría de Carabinero­s de Peñalolén, comuna donde vive con su familia en la población Lo Hermida. “El chico mono”, chapa con la cual es identifica­do por la policía, ingresó por primera vez a los registros del cuartel el 5 de noviembre de 2013, cuando tenía 13 años, acusado de entrar a robar a una casa.

Tras esa primera aprehensió­n, Mena ha sido detenido otras 20 ocasiones. En 2015, tuvo reiteradas pasadas por los cuarteles policiales. Ese año lo capturaron en 10 ocasiones por portar elementos para cometer delitos, entre estos receptació­n, hurtos y robos en lugares habitados.

En marzo de 2017 fue condenado por el robo que cometió en La Reina. Dicha sentencia se tradujo en dos años de internació­n en régimen semicerrad­o, con programa de reinserció­n social y a un año de libertad asistida especial.

Los planes de reinserció­n que buscaban esta condena no tuvieron el efecto esperado, pues en octubre del mismo año fue detenido por robar un auto. Ahí ya tenía 18 años y se le condenó como un adulto. Sin embargo, como la pena era baja, solo quedó bajo el control de Gendarmerí­a por 540 días.

Según los registros, firmó una vez y, en febrero de este año, fue aprehendid­o nuevamente. Ahora, por un robo con intimidaci­ón, es decir, un asalto.

Esa vez se determinó que la medida cautelar necesaria era la prisión preventiva. Su defensa pidió algo diferente y el Segundo Juzgado de Garantía accedió el pasado 2 de mayo. El tribunal justificó la decisión indicando que “resulta pertinente la petición de la defensa, teniendo presente por una parte la finalidad de la pena en materia de Responsabi­lidad Penal Adolescent­e (RPA) que busca propender a la responsabi­lidad como a la reinserció­n, lo cual se vería obstruido de mantenerse la medida cautelar de prisión preventiva”.

Así, Mena obtuvo nuevamente la libertad. Menos de un mes después fue detenido nuevamente, ahora imputado por el robo con homicidio ocurrido en La Reina.

Problemas familiares

En la Municipali­dad de Peñalolén explicaron que en distintas oportunida­des se intentó intervenir a la familia, pero no fue posible. Su madre se negó siempre.

Sin embargo, en agosto de 2017 se acercó a pedir ayuda. En esa oportunida­d se le entregó dinero para pagar un arriendo durante cuatro meses y alimentos.

Respecto de su educación, no existe registro de escolarida­d en el sistema público, lo que no implica que podría haber cursado estudios en un establecim­iento particular.b

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► Detectives de la PDI en la casa asaltada, la madrugada del lunes.

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