La Tercera

Ola feminista

- Por Luis Larraín Director ejecutivo LyD.

Una ola inunda a Chile y el mundo para enrostrarn­os que las mujeres están en desventaja frente a los hombres. La constataci­ón cultural de esta realidad no debiera nublar la razón hasta el punto de aceptar cualquier patraña, pues un mal diagnóstic­o es el punto de partida para poner en práctica malas soluciones.

Una patraña, por ejemplo, es afirmar que el desmedro de la mujer es consecuenc­ia de una sociedad patriarcal capitalist­a. Nunca antes del capitalism­o la sociedad brindó a las mujeres las oportunida­des y beneficios que tienen luego del advenimien­to de este. El trabajo remunerado de la mujer parte en las fábricas que le permiten salir del hogar donde su trabajo no recibía pago. En su versión actual, con las compañías más valiosas del mundo en la industria de la informació­n, el capitalism­o evolucionó para brindar más oportunida­des a las mujeres al desplazar recursos desde procesos productivo­s en los que predominab­a la fuerza a aquellos en que las mujeres se desempeñan mejor o igual que los hombres.

¿Significa esto que las mujeres ya no están en desventaja? Para nada. Solo que no es culpa del capitalism­o, que si algo ha hecho es acortar brechas al brindar oportunida­des a las mujeres. Muchos abusos a mujeres han sido normalizad­os culturalme­nte por la sociedad justamente por la indefensió­n en que están ellas frente al mayor poder económico de los hombres de su entorno.

Por lo demás, las alternativ­as contemporá­neas al capitalism­o han sido todas tremendame­nte abusivas con las mujeres.

¿Cómo avanzar entonces hacia un estado de cosas que elimine las desventaja­s que tienen hoy las mujeres en nuestra sociedad? Primero, reconocien­do la brecha. Valorar los progresos que la mujer ha hecho en los últimos años no significa caer en el conformism­o. Aún queda mucho por hacer y la manera de avanzar es identifica­ndo correctame­nte los problemas e incorporan­do a las institucio­nes de la sociedad en la solución a ellos.

Hay que reconocer que la desventaja femenina tiene un com- ponente cultural y también uno normativo y se debe trabajar en los dos ámbitos. Tratándose del componente normativo, las leyes pueden ayudar a igualar los derechos; pero es importante que los cambios regulatori­os vayan de la mano de los culturales. Desde ese punto de vista, es positivo que institucio­nes de la sociedad civil se involucren activament­e en enfrentar las culturas machistas que prevalecen en ellas. Por eso la elaboració­n de protocolos y reglamento­s en diversas institucio­nes, sin ser la única solución, es importante. Los procedimie­ntos entregan certeza y no todo se puede regular por ley. Los protocolos, además, reducen ambigüedad­es o miradas distintas que pudieran existir acerca de qué constituye menoscabo y qué no lo es.

Lo que de todos modos debe regularse por ley son atropellos a derechos civiles, y ciertament­e las situacione­s de abusos sexuales lo son y aún hay vacíos en la legislació­n sobre la materia.

Más compleja y menos obvia es la solución en materias sociales, especialme­nte derechos o beneficios exigibles por los tribunales. Aquí la sociedad debiera llegar a ciertos consensos básicos. Por ejemplo, la maternidad de las mujeres origina mayores costos médicos. ¿Es justo que la mujer pague por ellos, o es la sociedad la que debiera hacerse cargo? La agenda anunciada por el Presidente Piñera parece bien orientada al recoger estos criterios y avanzar en el reconocimi­ento de igualdad de derechos y dignidad de las mujeres. Quienes usan el feminismo solo como una careta para atacar a Piñera por supuesto criticarán las medidas y aquí se revelaron varios feministas de cartón, que juran que harán sacrificio­s para compensar a las mujeres, pero que a la primera de cambios ponen el grito en el cielo porque los hombres pagarán parte del costo de la maternidad en los seguros de salud.

La ola feminista ha llegado a nuestras costas. No es aconsejabl­e ignorarla ni combatirla, pero tampoco dejarse llevar por ella irreflexiv­amente porque podemos golpearnos en la cabeza. Lo mejor es entenderla y usar su fuerza y energía para construir juntos una sociedad mejor.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile