REFORMA AL SISTEMA DE CAPACITACIÓN
En la reciente cuenta pública presidencial, un área que estuvo desprovista de anuncios de relevancia fue lo laboral. No solo se evitó el pronunciamiento sobre correcciones a la reforma laboral, sino que otro aspecto relevante, como es el sistema de capacitación, si bien fue objeto de algunas definiciones, éstas fueron más bien genéricas, lo que no se condice con su importancia para efectos de ayudar a incrementar la productividad.
El Presidente destacó que “llevamos demasiado tiempo gastando demasiados recursos en un sistema de capacitación que no aporta prácticamente nada”, un diagnóstico muy similar al que se construyó bajo su primer gobierno, basado en el informe Larrañaga del 2011. ¿Cuál es la propuesta presidencial para reformar el sistema? El discurso pasó por alto entregar detalles de la profundidad de los cambios en el sistema de capacitación y se centró en resaltar que se trabajaría en “un sistema de formación continua, que va a certificar las competencias en un marco de calificaciones que les permita a nuestros trabajadores una ruta ascendente”.
Cualquier modernización que apunte a masificar la capacitación laboral debe diseñarse teniendo como foco incorporar las empresas de todos los tamaños, impulsar la empleabilidad de los trabajadores y adecuar los nuevos conocimientos a los cambios estructurales que impone la revolución industrial 4.0. Cuanto antes se aborde esta problemática, habrá beneficios muy relevantes para nuestro mercado laboral.