Presidente de Metro: “Hay que aumentar la integración”
Tras el anuncio del Presidente Sebastián Piñera de extender y crear nuevas líneas del tren subterráneo, el ejecutivo dijo que el proyecto reducirá el hacinamiento en los vagones e impactaría positivamente en precios del Transantiago.
Louis de Grange, presidente del directorio de Metro, hace una pausa en su intensa agenda para ahondar en los alcances e impacto que tendrá la extensión y creación de las dos nuevas líneas del tren subterráneo, que el viernes fueron anunciadas por el Presidente Sebastián Piñera.
En entrevista con La Tercera el alto directivo asegura que la realización de este proyecto no solo beneficiará el traslado de más pasajeros y reducirá el hacinamiento que hoy existe en hora punta, sino que también “podría reducir los costos del Transantiago”.
¿Le sorprendió su nombramiento por parte del Presidente Piñera?
Fue una grata sorpresa, porque trabajamos harto para eso. Metro es una empresa extraordinaria, creo que es una tremenda oportunidad y un tremendo desafío. Es un muy buen momento para llegar a la empresa. Por lo tanto, hay gratitud hacia el Presidente y solo hay que cumplir las expectativas.
¿Cuál será el sello de su gestión?
El sello que vamos a tratar de imponer se basa en cuatro pilares. El primero es darle continuidad de excelencia a la operación, es decir que Metro funcione, que no falle. La excelencia operacional es fundamental. Lo segundo es crecer, como ya lo mencionó el Presidente Piñera en su cuenta anual, con nuevos proyectos como la Línea 8 y la Línea 9, que se suman a la Línea 7 y a las extensiones. El tercero es trabajar de manera coordinada con los distintos actores, con las distintas autoridades y los distintos ministerios. Metro les va a prestar servicio, por decirlo de alguna forma, a varios ministerios, entre ellos Transportes, Vivienda, Obras Públicas, Desarrollo Social, Energía y Deportes. Es decir, Metro va a ser un socio estratégico para los distintos ministerios. Y el cuarto, y no menos importante, es visibilizar el gran impacto social que tiene Metro y la extraordinaria labor que hacen sus funcionarios, que muchas veces realizan labores que están fuera de lo que esprogramarse
tablece su contrato.
¿Qué significa que Metro se convierta en el eje estructural del transporte público en Santiago?
Metro siempre ha sido el eje estructural, lo que pasa es que su importancia ahora va a ser mayor. Y, lo que es más importante, va a permitir que más gente use el Metro, que más gente tenga más tiempo disponible, que más gente pueda mejor, porque la confiabilidad de los sistemas de transporte es fundamental. Y en ese sentido, Metro tiene una clara ventaja: los nuevos servicios que se pueden generar en torno a las estaciones, la recuperación de los espacios públicos, los nuevos parques que se pueden generar, el nuevo equipamiento en torno a las estaciones y en torno a los centros cívicos.
¿Esta nueva inversión podría traducirse en el alza del valor de los pasajes?
Metro no define tarifas. Se podría lograr incluso reducir los costos de Transantiago, porque hoy a un pasajero en Metro le cuesta $ 440 al sistema y en los buses le cuesta $ 760. Entonces, si tú logras traspasar pasajeros de los buses al Metro al sistema le cuesta menos. Entonces, hay que ver bien cuál es el traspaso, cómo se produce. No necesariamente va a subir el costo de operación del sistema. Incluso, puede bajar.
¿Qué opina respecto de la integración del sistema de transporte en la capital?
Mientras más integrado sea el sistema, mejor para Metro, porque es más usado. O sea, Metro debiera estar integrado no solo con los buses, debería estar integrado con las bicicletas, con los automóviles, con los taxis, con los taxis colectivos. Por lo tanto, uno de los focos estratégicos de Metro es aumentar y facilitar esa integración. Metro gana mucho aumentando la integración modal.
¿Se traducirán estas extensiones en un aumento de la sobredemanda de pasajeros?
Creo que lo que ocurrirá es todo lo contrario, Metro crece más rápido que la demanda. Por lo tanto, lo que va a empezar a ocurrir con estas nuevas líneas es que la densidad o el hacinamiento en las actuales líneas va a bajar un poco, porque la gente se va a distribuir entre las otras líneas. Van a llegar nuevos pasajeros, por supuesto, pero la oferta va a ser mayor que la nueva demanda. Por lo tanto, aunque llegue más gente, la densidad promedio o el hacinamiento en las líneas actuales va a bajar. Y por eso es tan importante la Línea 7, porque descongestiona la Línea 1 y hoy la Línea 1 es el cuello de botella del sistema. Por lo tanto, la Línea 7 va a ser la primera en ser terminada y después la 8, la 9 y las res-