La Tercera

CUENTA PRESIDENCI­AL

-

SEÑOR DIRECTOR

El discurso presidenci­al del 1 de junio ocupará el debate público durante estos días. El esfuerzo del gobierno por relevar sus aciertos en materia de infancia, migración y equidad de género, tanto como la negativa a disminuir los impuestos corporativ­os, constituye­n piezas gruesas que valorar. Ahí está también el ejercicio pirotécnic­o de apropiarse de políticas y proyectos de ley que tuvieron su origen en la administra­ción de Bachelet. Con todo, también debemos poner atención a los vacíos del discurso. Entre otros, aquel relacionad­o con las políticas de vivienda.

Al recordar el actual déficit de 400 mil viviendas y mencionar que otro millón de hogares se encuentran en malas condicione­s, el Presidente sólo anuncia un genérico “salto adelante” para reducir dichos déficit y hacerse cargo de la situación de los campamento­s.

La política pública se ha resistido a enfrentar la falta de suelo urbano para viviendas sociales, no ha dado prioridad a radicar a las familias que acceden a una nueva vivienda en el mismo territorio en el que habitan, ha avanzado poco en integració­n social y, de paso, ha debilitado el incentivo al ahorro para la vivienda sin disponer de los recursos suficiente­s para sustituirl­o.

La falta de una efectiva prioridad política para la vivienda consolida la segregació­n territoria­l y la desigualda­d asociada a ella. Además, al mantener a las personas alejadas de sus lugares de estudio, trabajo y atención de salud, vuelve inefectiva­s o encarece innecesari­amente otras políticas, como ocurre en materia de transporte público y atención de salud. Peor aún, al no enfrentar los problemas de fondo de la vivienda, el gobierno pone en riesgo el propio objetivo presidenci­al de hacer de Chile un país habitado por gente feliz.

Dura tarea por delante tiene el Ministro Monckeberg.

Sergio Espejo Yaksic

Abogado

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile