“Hay un debate encaminado a que se reconozcan los derechos de las mujeres”
1 Las banderas de lucha han ido cambiando. A lo largo del siglo XX, las mujeres fueron conquistando esferas dominadas por hombres, lo que permitió una lenta inserción laboral y política, que a su vez redundó en redefiniciones del rol femenino. Y si bien fueron decisivas en la vuelta a la democracia, fueron secundarias en la toma posterior de decisiones y en la implementación de estrategias dirigidas a ellas: aún hoy, las senadoras y diputadas chilenas tienen menos representación que sus pares afganas. En el ambiente actual, el término “ola” forma parte de un debate encaminado a que la sociedad reconozca y respete los plenos derechos de las mujeres, quienes buscan la igualdad de facto. Las estudiantes han logrado que la agenda país priorice temas propios de la cultura patriarcal.
2 Cuando estudié historia en la UC tuve muy pocas profesoras: tres o cuatro, durante toda la carrera. En la actualidad, la planta académica y adjunta del Instituto de Historia tiene 39 docentes, de los cuales 17 son mujeres. La carrera académica es difícil, como cualquier otra, pero está muy normada. Hay concursos para los cargos y existe igualdad de sueldos –cosa rara en Chile-, según qué grado desempeñas en el espacio universitario, sin distinción de sexo.
3 No creo que deba existir “una justicia de género” por el movimiento actual. Sin embargo, hay mujeres destacadas en diversas áreas, que han realizado aportes significativos. Por ello, creo que los premios nacionales tienen una deuda con las mujeres de la Academia.