De Nick Cave a la armada chilena: así fue la edición 2018 de Primavera Sound
El solista australiano, que en octubre llega a Santiago, brindó uno de los shows más contundentes del popular festival español. Javiera Mena, Rubio, Como Asesinar a Felipes y Niños del Cerro también estuvieron en la cita.
Con fuegos artificiales terminó A$AP Rocky su presentación en la última jornada del festival Primavera Sound, la noche del sábado en el Parc del Forum de Barcelona. El rapero norteamericano llegaba como uno de los nombres fuertes de la decimoctava versión evento español, una de las citas musicales más importantes del mundo, que según cifras de la organización reunió a más de 215.000 personas entre el miércoles y el sábado de la semana pasada.
Pero Rakim Mayers -el nombre real del hiphopero- no venía solo, sino con algunos colegas ilustres, como Tyler, The Creator -que remató la noche del viernes- y el inglés Skepta, encargado de cerrar la jornada final e incorporación de última hora al cartel de la cita, luego que el trío Migos tuviera que cancelar su presentación tras perder el vuelo que los llevaría a Barcelona.
Los shows de A$AP Rocky y Tyler, The Creator mostraron características muy similares: ambos MCs se pararon solos sobre el escenario –sin siquiera un DJ- y apoyándose en sus visuales. Y aunque en ese ítem el segundo mostró una propuesta bastante más trabajada que aportó mucho a su show, ninguno de los dos necesitó más elementos para generar el completo descontrol entre la audiencia, que llegó en masa a ver sus presentaciones cerca de las 1:45 de la mañana del viernes y sábado.
Pero cabezas de cartel con shows notables hubo varios, como el rock melancólico de The National, que repletó su escenario, o el universo paralelo que montó Björk -recreando lo que casi parecía un jardín botánico en escena-, además de la calidad de Arctic Monkeys, que generó sentimientos encontrados en el público al mezclar su calmado último disco, Tranquility base hotel + casino, con el rockero AM (2013).
Del duelo al exorcismo
Quienes creían que el Nick Cave que llegaba a Primavera Sound sería uno melancólico y tal vez algo apabullado a la hora de mostrar su último disco, Skeleton tree, lanzado a fines del año pasado y marcado por la muerte de su hijo de 15 años, estaban muy equivocados. Porque si hay algo que quedó demostrado luego de su presentación del jueves por la noche, en la primera jornada pagada en el Parc del Forum, es que el artista australiano, que el 5 de octubre regresa a Chile junto a The Bad Seeds con un show en el Teatro Caupolicán, está probablemente en la cima de su carrera y con energía para quedarse allí arriba un buen rato.
Si bien partió con Jesus alone, el tema que abre su último álbum –probablemente en el guiño más marcado a su fallecido hijo Arthur en toda la presentación-, lo que podía hacer presagiar que ese sería el tono de la actuación, rápidamente dio un giro al continuar con Do you love me, diciéndole a todos los presentes en el recinto que si bien habían cosas en él que nunca volverían a ser las mismas, su forma de canalizar y exorcizar sus demonios siempre sería la música.
De ahí en adelante la actuación fue subiendo en intensidad, al igual que la energía de Cave: corrió por todo el escenario, cantó de rodillas mirando al cielo y antes de los primeros 15 minutos ya estaba cantando entre el público. Nada mal para sus 60 años.
Show aparte fue el de su brazo derecho en los Bad Seeds, Warren Ellis, quien alternó entre el violín, la flauta y la guitarra, y fue parte importante del desenfreno que se apoderó del escenario en la última parte del concierto, cuando el cantante hizo subir a cerca de 50 personas para cantar Stagger Lee y Push the sky away, desatando el caos total en una presentación esperanzadora y revitalizadora para Cave y su fanaticada. ●