Detienen a imputado que fue liberado por juez de garantía de San Antonio
Delincuente es sindicado como proveedor de armas y drogas, y aseguran que pretendía abandonar el país. Se trata del cabecilla de una peligrosa banda que actúa en las regiones Quinta y Sexta.
Manuel Olivares Maldonado quedó en libertad el 29 de mayo pasado, luego que el juez de garantía de San Antonio, Juan Pablo Flores, declarara ilegal su detención, por considerar que se vulneraron sus derechos al realizarse el control de identidad, a pesar de que en el maletero del Mazda que conducía en el balneario de El Tabo se encontró un arsenal de armas y dinero en efectivo. El hecho encendió las alarmas en la Fiscalía de Rancagua, donde investigan a Olivares como el principal proveedor de armas de los traficantes de la Región de O’Higgins. Por eso pidieron de inmediato su detención, la que se concretó la tarde de ayer en Cartagena.
Desde la semana pasada el Ministerio del Interior comenzó a monitorear los hechos que ocurrieron en la audiencia del Juzgado de Garantía de San Antonio. La información que se manejaba en el Ejecutivo es que se trataba de algo más que un par de sujetos con armas en un automóvil. Fuentes policiales indicaron a este diario que durante el fin de semana comenzaron las pesquisas para dar con los dos sujetos que habían quedado libres. Según los antecedentes de la indagatoria, se sabía con certeza que planeaban huir a Argentina y por esos motivos la situación se había transformado en prioritaria.
La información fue confirmada ayer por el fiscal de Rancagua Sergio Moya. “La premura de la diligencia de hoy (ayer), se funda en que recibimos una información en el sentido de que al estar el sujeto sin medidas cautelares pretendía abandonar el país”.
El asunto es que Olivares no es cualquier delincuente de “medio pelo” en Rancagua y en la Quinta Región. Además del nutrido prontuario, que dio a conocer La Tercera ayer, como microtráfico de drogas, lesiones graves, encubridor de robo con violencia, robo con fuerza y tráfico de estupefacientes, “El Kiruza”, como era apodado en el ambiente, era investigado por la Fiscalía de Rancagua por delitos de infracciones a la ley de control de armas y tráfico de drogas, entre otros. Se sabe hasta ahora que se trata del cabecilla de una peligrosa banda que actúa en las regiones antes mencionadas.
En la detención de ayer, el 0S-7 de Carabineros incautó en su domicilio, de la población Irene Frei de Rancagua, 13 cartuchos calibre 38, 15 cartuchos 9 mm y un cargador de pistola marca Taurus. En paralelo, en su otro domicilio en calle Hermanos Carrera, en el balneario de Las Cruces, se hallaron relojes de diferentes marcas, 272 mil pesos en efectivo, 16 cartuchos 9 mm, dos cargadores UZI y otros dos cargadores de armas.
En la audiencia del 29 de mayo pasado, tras escuchar que los delincuentes habían sido sorprendidos con tres revólveres robados, un kit de conversión de pistola, más de $ 4 millones de pesos, el juez Flores respondió lo siguiente en los últimos minutos de su interlocución antes de dejar libre a los dos detenidos: “Consultada la fiscalía en cuanto a los antecedentes que habilitaron el registro del maletero y de la valija en su interior por parte de los antisociales, esta ha manifestado que no hay mayores antecedentes que la circunstancias de circular en un automóvil con los vidrios polarizados cuestión que si bien puede ser causa para una investigación al amparo de la ley de tránsito no podía llevar más allá las facultades policiales que conllevaran la vulneración de los derechos sociales del encartado, como ocurrió en este caso al haber operado la policía ya no en los contornos de la ley de tránsito en facultades acotadas de fiscalización. No justifica en ningún caso el abuso, por todo lo anterior, se declara ilegal la detención”. ●
“Recibimos una información de que (Olivares) pretendía abandonar el país”.
SERGIO MOYA
FISCAL ADJUNTO RANCAGUA
“El resultado no justifica el abuso, por lo que se declara ilegal la detención”.
JUAN PABLO FLORES, JUEZ EN LA PRIMERA AUDIENCIA