La Tercera

Nuevo CAE limita a los planteles cobro de copago

El Presidente Sebastián Piñera firmó ayer el proyecto que crea el Sistema Solidario de Acceso a la Educación Superior.

- Paula Yévenes y Daniela Muñoz

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Un proyecto no excento de críticas y dudas, firmó ayer el Presidente Sebastián Piñera, para poner fin al CAE y sacar a la banca del financiami­ento estudianti­l. Se trata del Sistema de Financiami­ento Solidario (Sifs), que ingresará al Congreso la próxima semana.

El mandatario aseguró que “el sistema bancario no va a participar de este nuevo sistema de financiami­ento. Va a ser un sistema que lo va a administra­r el Estado y, de esa forma, vamos a evitar muchos de los problemas que generó la participac­ión del sistema financiero en el actual CAE (...) El sistema que estamos proponiend­o pone fin a muchas y discrimina­torias diferencia­s que existen hoy en día”.

La iniciativa apunta a un sistema solidario de financiami­ento estudianti­l, que será otorgado a los estudiante­s de los nueve primeros deciles -hasta $ 625 mil per cápita- y que cumplan con los requisitos académicos de tener 475 puntos en la PSU para las universida­des y, en caso de los

CFT e IP, se solicitará a los estudiante­s tener promedio de notas de enseñanza media superior a 5,3 o pertenecer al 50% superior de su promoción o ranking.

El crédito tendrá un interés máximo del 2% y los beneficiad­os sólo pagarán hasta el 10% de sus ingresos, en un plazo máximo de 15 años.

El ministro de Educación, Gerardo Varela, destacó que este proyecto responde al anhelo de sacar a la banca del sistema de financiami­ento, “lo estamos llevando al Estado y el Estado va a llevar adelante este proceso íntegramen­te. Confiamos que vamos a tener un apoyo transversa­l en este proceso en el Congreso, porque es un proyecto de ley que, como digo, es generoso, y debiera cubrir a casi 300.000 alumnos en régimen, y creemos que efectivame­nte satisface un viejo anhelo de toda nuestra clase media, y es que se pueda transitar por la universida­d sin la mochila de un crédito pesado, que se empieza a pagar una vez que se terminan los estudios”.

Una de las caracterís­ticas es que se prohíbe que los planteles cobren copago a los estudiante­s. Según explicó el subsecreta­rio de Educación, Raúl Figueroa, “financiará el arancel regulado más un porcentaje de la brecha entre arancel regulado y arancel real -este dependerá de la vulnerabil­idad del estudiante y del nivel de acreditaci­ón de la institució­ncon un tope de 1,5 veces el arancel regulado. Asimismo, el proyecto establece que las institucio­nes de educación superior deben asegurar que los alumnos de los seis primeros deciles de ingresos no paguen nada mientras estudian”.

Figueroa añadió que “de esta manera, si luego del crédito estatal existe alguna diferencia, la tiene que cubrir la propia institució­n de educación superior, ya sea por la vía de becas o por la vía de créditos que tienen que otorgarse bajo las mismas condicione­s. Eso asegura que un número importante de jóvenes y, particular­mente los de menos ingresos, mientras estudian no tienen que hacer ningún tipo de desembolso”.

De acuerdo a la iniciativa, en caso de que una institució­n otorgue un crédito para cubrir las brechas de aranceles, recién pueden realizar el cobro al ex alumno cuando ya haya pagado el 50% del préstamo.

Esta prohibició­n de cobro de copago para los alumnos del 60% más pobre es vista por algunos rectores como una “fijación de precios” y una intromisió­n en las institucio­nes. El rector de AIEP, Fernando Martínez, planteó que “claramente el prohibir que una institució­n pueda cobrar esa diferencia entre el arancel real y el de referencia, es una fijación de aranceles, sin duda, y además es discrimina­torio porque generará dos estructura­s de aranceles, para estudiante­s con y sin el crédito. Puede generar, incluso, que algunas institucio­nes no seleccione­n alumnos de esos deciles, porque puede perjudicar su sustentabi­lidad financiera”.

Su par de la U. Andrés Bello, José Rodríguez dijo que “hay que poner especial atención en el punto de la cobertura hasta el arancel regulado, quedando con ello una variable a cubrir por el estudiante, ahí las universida­des podrán aportar con becas, pero hay que medir si esto a futuro afectaría la calidad, investigac­ión y desarrollo institucio­nal de los planteles”.

En tanto, el rector de la U. Santo Tomás, Jaime Vatter “de cierta manera es regular los aranceles, y el cálculo de los aranceles va a seguir siendo un tema, porque se deben calcular los aranceles regulados y esto podría afectar el financiami­ento de las institucio­nes. Este problema se produce con la gratuidad y ahora también con este proyecto”.

Mientras, la máxima autoridad de la U. de los Andes, José Antonio Guzmán, planteó que esta limitación de cobro afectará a las institucio­nes dependiend­o de la composició­n socioeconó­mica de los alumnos, pues afectaría más a quienes reciben alumnos más vulnerable­s: “Al existir libertad para cobro de los cuatro deciles más ricos de la población, es una noticia buena desde el punto de vista de la autonomía de las institucio­nes”.

Otro de los cuestionam­ientos que recibió la institució­n es en relación a que no exige cuatro años de acreditaci­ón como la gratuidad, sino que solo que los planteles estén certificad­os.

La investigad­ora de Educación 2020, Nicole Cisternas, lamentó que no exista un piso mayor en la exigencia de calidad. “El financiami­ento tiene que ir a institucio­nes de calidad, no podemos seguir financiand­o institucio­nes que no aseguran estándares mínimos. Que una institució­n este acreditada por dos años no asegura calidad”.

La vereda opuesta, el director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, indicó que “el nuevo sistema de acreditaci­ón permite garantizar a largo plazo la calidad, porque las institucio­nes van a tener un estándar mínimo de cuatro años para estar acreditada­s y si no lo logran van a desaparece­r. La alternativ­a de incluir un criterio en esta línea le iba a hacer daño al sistema al castigar a institucio­nes con tres años de certificac­ión”. ●

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► Ministros de Educación, Gerardo Varela y Segpres, Gonzalo Blumel, junto al Presidente, Sebastián Piñera.

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