ASESINATO DE CARABINERO
SEÑOR DIRECTOR
El miércoles pasado, Carabineros sumó su mártir 1.208 tras el asesinato del cabo Óscar Galindo Saravia, a manos de un menor de edad, siendo baleado en la cabeza con una subametralladora UZI. Este hecho enluta no solo a la policía uniformada, sino también al país y nos hace considerar una serie de elementos relativos a esta tragedia.
El primero es revisar y fortalecer la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, donde estamos de acuerdo con lo impulsado por el Presidente Sebastián Piñera. En ese sentido, proponemos que se divida en tramos de 15 a 16 y de 16 a 18. En esa línea, poner especial énfasis en la reincidencia, en los jóvenes del segundo tramo, para los efectos de aplicar sanciones más severas y ser restrictivos al momento de aplicarlas a jóvenes que siguen cometiendo delitos. Hay que revisar el tema de las bombas molotov, que tienen la clara intención de dañar y atentar contra la vida de lo s carabineros. Deben endurecerse las penas y aplicar el máximo rigor de la ley contra quienes sean sorprendidos lanzando o almacenando estas bombas incendiarias.
A su vez, se requiere mayor control de las armas de fuego, que estén debidamente registradas y fortalecer las normas respecto de las restricciones en la venta de municiones.
Finalmente, hay que considerar el componente humano de las víctimas colaterales de estos hechos, que son los familiares de los mártires. Debemos impulsar una agenda pro derechos humanos de funcionarios policiales que otorgue reparación a las viudas de carabineros fallecidos en actos de servicio, o que hayan quedado inhabilitados para el normal cumplimiento de sus funciones.
Javier Macaya y Juan Antonio Coloma Diputados Bancada UDI