La cosa es tomar
El fútbol y el golf son, con las obvias y enormes diferencias, parientes cercanos en un punto. Y es que todo lo que sucede se transforma en palos. Porque bogas y porque no bogas.
¿Diferencias? Muchas, claramente. Ambos se juegan en un verde césped, pero uno rodeado de gente respetuosa y el otro, de energúmenos que afean la fiesta. Uno aplica las ciencias y el otro recién intenta entrenar el cerebro. En el golf el aplauso surge espontáneo frente a la calidad, en el fútbol es menesteroso con el que lo merece. Al primero lo acusan de ser elegante, elitista y racista. El fútbol condensa otras emociones, pero también todo lo marginal. El golf se ha instalado en portadas, pero se le mira con recelo y resentimiento social.
Este recreo del fútbol local ha dado espacios para fijarnos que existen otros deportes y exponentes. Son los convidados de piedra en los medios de comunicación.
Fracasó la generación dorada para ir a Rusia, pero surge otra en los Odesur. Y todo gracias al canotaje, bala, pesas, esquí acuático, atletismo, remo, natación, patinaje, fútbol sub 20, etc. Necesitamos nuevos referentes para las generaciones futuras. Que hablen de corrido y con discursos alentadores y comprometidos. No todo es fútbol, está claro. Pero
ad portas se viene el Mundial y no se puede soslayar. Se percibe la nostalgia de no pasear por la Plaza Roja. No se escuchará el elocuente “dulce patria”, enfatizando el “de los libres”, ni menos cantar a capella las últimas estrofas.
Habrá menos asados y dará lo mismo quién gane. Los matinales de TV mostrarán rostros y cuerpos extraños con los mismos tatuajes. Es el código de barra de los futbolistas planetarios. Se elegirá al más buen mozo, los apellidos más inverosímiles, los mismos rezos y gestos hacia el cielo. Con estos ademanes sabremos quiénes son de este continente y los del primer mundo. Los de acá creen en milagros y los de allá en el trabajo y convicciones. Es cosa de fe.
El VAR se prepara en todas las sedes y acá el bar se abrirá a celebrar hasta un gol de Corea o Irán. La cosa es tomar.