Otros casos en el mundo
Hackers rusos y de Corea del Norte han protagonizado algunos de los ciberfraudes bancarios más importantes y millonarios del planeta.
Fueron cerca de dos años en los que una pandilla de hackers rusos orquestó uno de los mayores cibercrímenes del mundo. El caso se descubrió en 2015 y tras una investigación de la firma rusa de seguridad cibernética Kaspersky Lab se estimó que se perdieron 650 millones de libras. Los hackers habrían utilizado un virus informático para infectar redes en más de 100 instituciones financieras de Japón, China, Estados Unidos y Europa. Así, estos cibercriminales lograron infiltrarse en los sistemas informáticos internos de varios bancos utilizando un software ilegal, que permaneció oculto en las redes durante meses y recopiló información confidencial. El sistema era tan sofisticado que los hackers pudieron suplantar al personal del banco en línea para transferir millones de libras esterlinas a cuentas ficticias.
Otro de los mayores ciberfraudes que se ha detectado en el mundo fue en Bangladesh. Hackers lograron efectuar la sustracción de US$ 87 millones al Banco Central de Bangla- desh en 2016, tras hackear el sistema SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication). Fue gracias a un error de tipeo que los cibercriminales no pudieron robar una suma más grande de dinero. Tras una investigación, el ciberataque fue adjudicado al grupo Lazarus, basado en Corea del Norte y nacido en 2009.
Un fraude bancario más cercano en el tiempo y próximo en distancia fue en México, a inicios de este año. Fue un total de US$ 110 millones lo sustraído de Bancomext y transferido a un banco en Corea del Sur, aunque posteriormente el dinero fue recuperado por autoridades federales. Los delincuentes habrían sido los mismos que realizaron el hackeo en Bangladesh: el grupo Lazarus, según la investigación de la Procuraduría General de la República de México. El banco había detectado una actividad inusual en su cuenta Standard Chartered usada en el sistema de transferencias internacionales SWIFT, y posteriormente descubrió que las transacciones inusuales eran pagos que fueron disfrazados como una donación del banco a una iglesia coreana. b