EDUARDO BITRAN Y CASO SQM-CORFO
SEÑOR DIRECTOR
He sido testigo directo de la gran capacidad profesional de Eduardo Bitran, nos correspondió participar en dos proyectos emblemáticos para nuestro país: la venta del interés mayoritario en Colbún, que tenía la Corfo, y la incorporación de capital privado a las empresas sanitarias. Con el tiempo, Colbún se convirtió en un actor cada vez más relevante del sistema energético del país y el sector sanitario se modernizó, posibilitando el tratamiento del 100% de las aguas servidas. El rol de Eduardo Bitran fue fundamental para que ambas iniciativas culminaran con éxito y, en definitiva, agregaran valor al país.
En medio de la efervescencia suscitada por el convenio Corfo y SQM, cabe preguntarse si esta compleja negociación, que lideró Eduardo Bitrán, ¿agregó valor al país? No tengo la menor duda de aquello. Por un lado, se generan nuevos beneficios para el Estado, estimados en US$ 8.300 millones, se cambia el gobierno corporativo de SQM y se establecen nuevas protecciones a los derechos de Corfo como dueña del Salar de Atacama. Por otro lado, para SQM, una de las empresas más importantes de Chile, el acuerdo posibilita proyectar el desarrollo de la compañía toda vez que se tuvo la certeza jurídica sobre la capacidad de explotación del mencionado salar, factor indispensable para acometer nuevas inversiones.
El principal motivo del reciente debate público, las asesorías contratadas por SQM, es una materia que podrá ser internalizada y evaluada por sus propios accionistas y “stakeholders”, sin embargo, cuando empezamos a separar la paja del trigo y nos concentramos en lo esencial del convenio en cuestión, solo se puede concluir, que al igual que en los casos mencionados, el rol cumplido por Eduardo Bitran, más allá de sus polémicas intervenciones, fue de servicio público y agregó valor al país.
Álvaro Clarke De la Cerda
Ex Superintendente de Valores y Seguros y ex Subsecretario de Hacienda