CONDENAS EN CASO LUCHSINGER-MACKAY

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Han transcurrido más de cinco años desde el asesinato del matrimonio Luchsinger-Mackay, y el tribunal oral en lo Penal de Temuco ha dado a conocer las penas que enfrentarán los responsables del crimen, que en algunos casos supone la cadena perpetua. Es el segundo juicio, pues el primero -que declaró absueltos a todos los imputados- fue anulado debido a graves fallas procesales.

Sin perjuicio de que ha sido un largo tiempo de espera -algo que contraviene el espíritu de la reforma procesal penal, que buscaba agilizar los juicios-, la sentencia condenatoria y la severidad de las penas impuestas debería abrir espacio a una profunda reflexión sobre la violencia en La Araucanía y cómo el país se debe hacer cargo de ello. Por de pronto, es especialmente simbólico que el tribunal haya acreditado aquí la existencia de un acto terrorista -estableciendo que hechos de violencia rural sí pueden tener ese carácter-, lo que guarda plena consistencia con la gravedad de los crímenes cometidos. Junto con la aplicación de sanciones ejemplificadoras, es un avance para que la comunidad recupere la confianza en el estado de derecho y los familiares de las víctimas obtengan justicia.

Si bien dentro de los ejes del programa de gobierno están los grandes acuerdos nacionales -entre los cuales figura la problemática de La Araucanía y su desarrollo-, no cabe soslayar que sin la plena vigencia del estado de derecho en la zona, será difícil avanzar en estos enormes desafíos futuros.