RECONSTRUIR LA IGLESIA EN CHILE
SEÑOR DIRECTOR
Existen miradas distintas entre obispos, sacerdotes y laicos acerca de los graves hechos que vive nuestra Iglesia, que pueden provocar una ruptura. Al contrario, creo que estas diferencias debieran unirnos en la tarea de reconstruir la Iglesia de Chile. A propósito de varias entrevistas en TV, diario y radios he recibido muchos comentarios de personas que se suman a las críticas a los obispos y solo un correo muy duro (dice que “me estoy especializando en dividir”), el único en la dirección opuesta.
La Iglesia en Chile necesita rostros nuevos para recuperar la confianza y que vuelva a ser “profética”, como dice el Papa. Creo que la salida de varios obispos sí cambiaría la situación, ya que es una manera evidente de mostrar el cambio de rumbo de la Iglesia.
Las cartas del Papa han sido durísimas con los obispos: documento filtrado, carta a obispos y la de los laicos. Espero que la cuarta sea dirigida a los sacerdotes, que también tenemos culpa en esta crisis. Nunca me he “especializado en dividir”. Otra cosa es tener convicciones, conversaciones con pares y oraciones con intensidad por el bien de la Iglesia. Si esto es dividir, es lo que estoy haciendo y lo seguiré haciendo por el bien superior de la Iglesia.
Se terminó el tiempo de callar, de encubrir; llegó el tiempo de hablar, de mostrar nuestra rabia. Esto ha sido casi intolerable. Las víctimas de encubrimientos han sufrido por años. Ante esto quiero decir “basta”, llegó la hora de la verdad, la justicia y la reparación. Sin esto seguiremos en el pantano. Ya empieza a oírse el grito: “Que se vayan todos”. Las primeras acciones de corto plazo han comenzado y en poco tiempo estaremos más cerca de esta nueva Iglesia que nos retrata Francisco.
Enrique Opaso Valdivieso Sacerdote de la Iglesia de Valparaíso