UNA TEORÍA DE LA SALUD
SEÑOR DIRECTOR
El objetivo de la Medicina es preservar, restaurar o prevenir la pérdida de salud en un paciente. Así, contar con un concepto claro de salud es relevante, pues será la vara para determinar el éxito de una intervención.
En 2000, Kenneth A. Richman y Andrew E. Budson plantearon una teoría de la salud que propone que son “estados saludables” todos los que permiten a un individuo luchar por alcanzar metas centrales para su proyecto de vida. Es decir, consistentes, coherentes, realistas y que no correspondan a creencias falsas. Esta teoría, descrita por los autores como un “instrumentalismo empotrado”, se diferencia de los normativismos extrínsecos que identifican un concepto de salud como correcto y de los intrínsecos, que no consideran que un estado saludable sea bueno por sí mismo, sino solo en relación con las metas de cada individuo.
También plantea una distinción entre la salud del individuo en tanto organismo (anatomía y funciones biológicas) y la salud en tanto persona (metas centrales).
Un ejemplo es el de la mujer en edad fértil que utiliza anticonceptivos. Se encuentra en un estado no saludable en tanto organismo porque su función es ser fértil (mero hecho biológico), pero en estado saludable en tanto persona porque entre sus metas vitales está evitar el embarazo.
Bajo este prisma la única forma de proporcionar el tratamiento que más beneficie y respete la autonomía de los pacientes es que los tratantes entiendan cuáles son sus prioridades y metas, y para ello se requiere tiempo. No bastan 10 minutos de consulta.
Por último, tanto para jueces como para legisladores y diseñadores de políticas públicas, este entendimiento de la salud brinda un parámetro para tomar decisiones jurisprudenciales, de cobertura financiera y de salud.
Gustavo Possel Spano Magíster en Derecho de la Salud