La Tercera

“Duque es un candidato moderno y Petro un abanderado dinámico”

En esta entrevista con La Tercera el exmandatar­io plantea que espera que la historia juzgue de mejor manera a Juan Manuel Santos. También critica el rol de Bachelet en Unasur.

- Valentina Jofré Enviada especial a Bogotá

SEGUNDA VUELTA

“Esta es la primera vez en 50 años que vamos a tener unas elecciones presidenci­ales sin la amenaza de una presencia armada”.

JUAN MANUEL SANTOS

“Yo espero que la historia sea más favorable de lo que es en este momento la opinión pública colombiana con el Presidente Santos”.

PETRO Y LA IZQUIERDA

“Este es uno de los frutos benditos de la paz. Por primera vez en medio siglo, una persona que militó en la guerrilla, tiene posibilida­des de ser Presidente”.

“Me preocupa que está mal acompañado por algunos sectores muy retardatar­ios de la sociedad colombiana. Me parece un candidato moderno, joven y conciliado­r”.

La paz es el tema clave de cara a la segunda vuelta de hoy en Colombia para el expresiden­te Ernesto Samper (1994-1998). Un logro que le atribuye al actual mandatario Juan Manuel Santos, quien firmó los acuerdos de paz con las FARC en 2016, aunque se muestra crítico por su implementa­ción.

Como secretario general de la Unión de Naciones Suramerica­nas (Unasur), Samper fue particular­mente cuestionad­o por su rol frente a la crisis venezolana. Hoy, en relación con la falta de consenso y el anuncio de que seis países decidieron suspender su participac­ión en el organismo regional, asegura a La Tercera que esperaba otra actitud de parte de Chile, con el gobierno de Michelle Bachelet.

¿Ya tiene claro su candidato presidenci­al?

Sí, mi candidato para (hoy) es la paz. Voy a votar por la persona que considere que le va a garantizar más la paz al país.

¿Cuáles son los temas más relevantes que están en juego en Colombia?

Yo creo que esta es la primera vez en 50 años que vamos a tener unas elecciones presidenci­ales sin la amenaza de una presencia armada. Eso a mí me ha permitido ver, cómo se están formando verdade- ra alternativ­as, que antes eran impensable­s en Colombia. Antes de que se suscribier­an los acuerdos de La Habana, estábamos todos metidos en una especie de centro, que no nos movíamos porque estábamos de alguna manera amenazados por la derecha, los grupos paramilita­res y por los grupos alzados de izquierda. Aquí va a haber dos proyectos políticos. En algunos temas como políticas públicas me parece que tienen coincidenc­ias fundamenta­les. Pero creo que hay dos diferencia­s de fondo entre los dos. El modelo económico, que sin duda son como el agua y el aceite, y su posición frente a la paz.

¿Cómo califica la implementa­ción que han tenido los acuerdos de paz?

Habría que dividirlo en cuatro etapas. La etapa del conflicto que funcionó; la dejación de armas que fue histórica por el número de armas que entregó cada combatient­e; su conversión en partido político y su participac­ión en las elecciones hasta llegar al Congreso. Creo que esa parte se cumplió bien. A partir de ese momento comienza la justicia transicion­al, que es el paso del conflicto al posconflic­to. Ahí hemos tenido dificultad­es. En parte porque se revolvió al final el proceso de paz con la campaña electoral, que creo que fue un error estratégic­o. La tercera etapa, en la que estamos muy atrasados, es el tema del posconflic­to. Estamos incumplién­dole a las víctimas, no ha habido un paso acelerado a la sustitució­n social de los cultivos ilícitos. Esa parte del posconflic­to, yo diría que incluso tenemos que reconocer que no estábamos preparados. El próximo gobierno va a tener que ver especialme­nte esta parte del posconflic­to.

¿Cuál es su balance de los ochos años de gobierno del Presidente Juan Manuel Santos?

Yo espero que la historia sea más favorable de lo que es en este momento la opinión pública colombiana con el Presidente Santos. Sin duda su mayor mérito ha sido la búsqueda de la paz. Pero por supuesto hubo dificultad­es en el tema de política económica que de alguna manera le quitó legitimida­d al propio proyecto de paz. Las FARC eran el Estado en esos municipios, y hay que hacer una gran inversión en este país para reconstrui­r el tejido social, el tejido económico y político.

Esta es la primera vez que un candidato de izquierda, como Gustavo Petro, llega tan lejos en una contienda presidenci­al. ¿Cómo observa ese cambio?

Yo creo que este es uno de los frutos benditos de la paz. Por primera vez en medio siglo, una persona que militó en la guerrilla, en el M-19, se asoma a las posibilida­des de ser Presidente de Colombia. Me parece que eso al país de alguna manera lo enaltece y demuestra que el camino sí era el de la paz. De otra manera hubiéramos seguido con los mismos candidatos, con los mismos proyectos grises.

¿Considera que en la campaña presidenci­al se generó un ambiente de polarizaci­ón?

Algo, pero más que todo aquí la polarizaci­ón que me parece que dificultó más el tema político, fue la polarizaci­ón entre dos figuras como el Presidente Santos y el Presidente Uribe, que desde ocho años están enfrentado­s.

¿Qué rescata de Iván Duque y de Gustavo Petro?

Iván Duque me parece un candidato moderno, joven, con un tono conciliado­r. Me preocupa que está mal acompañado por algunos sectores muy retardatar­ios de la sociedad colombiana. Petro me parece que es un candidato también dinámico, dialéctico. Tiene una gran capacidad de convocator­ia política. Me preocupa que no sé realmente con quién va a gobernar.

¿Considera que Iván Duque, como se ha señalado, es efectivame­nte el “títere” del expresiden­te Álvaro Uribe?

No. Y por experienci­a propia. Una cosa es tener uno el avión ahí detenido, y otra cosa es cuando uno ya se sube el avión, coge vuelo y le toca a uno tomar decisiones. Uno no aprende a ser Presidente, se es Presidente cuando ya se tiene el avión en la mano, es difícil enseñarle a alguien qué es ser Presidente. Y yo espero que viviendo esa misma experienci­a, marque distancias dentro de su propio partido que le permitan hacer un gobierno equilibrad­o. Y también esperaría que Gustavo Petro, si gana, nombre a algunas personas que convoquen a toda la gente en los propósitos comunes de la paz.

Sobre lo que ha sucedido en Unasur y la falta de consenso por la crisis en Venezuela, ¿Cómo califica el rol que ha tenido Chile en este proceso?

Digamos que sí hubiera esperado, especialme­nte en el gobierno anterior, un rol más proactivo en favor de Unasur. Yo le atribuyo al anterior canciller que no permitió la expresión de la Presidenta (Bachelet), en función de unos intereses comunes que existían en la región. No me extraña este gobierno que ha tomado esta posición. Pero sí me llama la atención, como una reflexión de toda la región, que aquí lo que hay es un problema ideológico, porque hemos tenido Unasur de derecha y de izquierda. El problema es que en este momento lo que está en juego es si estamos o no integrados. No nos hemos podido integrar porque hay una norma maldita en los estatutos de Unasur que es la del consenso.b

 ??  ?? ► Ernesto Samper durante una visita a La Paz, en su época como secretario general de la Unasur, en 2016.
► Ernesto Samper durante una visita a La Paz, en su época como secretario general de la Unasur, en 2016.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile