La Tercera

Restricció­n inútil

-

Este contribuye­nte extiende sus más sinceros reconocimi­entos a las autoridade­s ejecutivas y legislativ­as que dieron forma al nuevo plan de descontami­nación de nuestra capital. En medio de las emergencia­s, alertas y preemergen­cias confío en que, al menos en su fuero interno, se encuentren reflexiona­ndo respecto de la ineficacia de establecer medidas cuasi imposibles de fiscalizar.

“El plan aprobado en el gobierno anterior no cuenta con los recursos para fiscalizar las nuevas prohibicio­nes”, nos confidenci­ó esta semana la intendenta metropolit­ana. Mala cosa. Pero me atrevería a agregar que no se trata exclusivam­ente de un asunto presupuest­ario.

Cada mañana escucho al Sr. Mosciatti intentando informar sobre los vehículos afectos a restricció­n. Que las motos inscritas antes del año no sé cuánto tienen impedido el ingreso al anillo Américo Vespucio, que las otras solo pueden pasear por su jardín, que los autos con registro de tal año, que esos entran al anillo pero no salen, que fuera del anillo, que dentro del anillo, etc., etc. En resumen, más enredado que página web de Bachelet.

¿Cómo podría Carabinero­s fiscalizar con eficiencia lo que apenas se puede explicar en un programa de radio? Según la jefa del programa de fiscalizac­ión del Ministerio de Transporte­s (sí, existe ese cargo, pese a que no hay recursos) “se ha evidenciad­o una leve tendencia al alza en la cantidad de infraccion­es por restricció­n que han cursado nuestros inspectore­s, lo que podría interpreta­rse como un relajo de los automovili­stas”.

¡No, mi dama! La ampliación de la restricció­n a los autos con sello verde anteriores a 2011 sumó unos 350 mil vehículos diarios limitados de circular, por lo que cabía esperar mucho más que una “leve tendencia al alza” en las infraccion­es. Que ello no esté ocurriendo, significa que: 1) los conductore­s están, proporcion­almente, respetando mucho más la normativa o 2) no existe suficiente fiscalizac­ión.

¿Y sabe qué? Me inclino por la segunda opción, porque los mismos automovili­stas se van dando cuenta –y se pasan el dato- que la fiscalizac­ión es muy baja.

Ahora me dirán los expertos que la restricció­n vehicular no es relevante para reducir la contaminac­ión. Pues bien, entonces no la incluyan en ningún plan. Pero, en mi opinión, sirve para demostrar el nivel de compromiso de cada ciudadano con este problema común. Y, en este caso, también para recordarno­s la importanci­a de elegir autoridade­s con sentido común.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile