El universo fantástico de Joseph Michael Brennan
Debutó como escritor en 2016 con la primera parte de la trilogía Las memorias del juramento. Ahora, el autor nacional pone término a su saga de fantasía.
Creció leyendo mitología y los cuentos de los hermanos Grimm. Más tarde, vinieron las historias de J.R.R Tolkien como El hobbit y El señor de
los anillos. Esas referencias se instalaron desde temprano en la imaginación de Exequiel Monge Allen (30), el hombre tras Joseph Michael Brennan, autor de la trilogía Las memorias del juramento. En 2016 publicó la primera entrega de la saga, y este mes acaba de lanzar la tercera y última parte titulada La sangre de los dioses.
De padres arquitectos, fue su madre quien lo sumergió en los libros de fantasía. Historias de la mitología, el rey Arturo, y los cuentos de hadas con finales oscuros formaban parte de su biblioteca. Su padre, en cambio, sentía fuerte pasión por el mar, y con él compartió el gusto por las aventuras.
“Este es el tipo de historias que yo siempre he querido escribir”, dice el autor, quien vive hace cinco años en Irlanda. “Tengo la impresión que es más o menos común entre los autores de fantasía que uno sienta poca inclinación a escribir otro tipo de cosas, porque
la imaginación de uno tiene una cierta forma y color, que es este”, añade.
La sangre de los dioses pone fin a la historia protagonizada por Tahmuz, un joven huérfano que a lo largo de la trilogía busca rescatar el legado de los guerreros del Juramento, junto a sus compañeros de aventuras. En esta última entrega, Tahmuz ha crecido, ha aprendido las enseñanzas y se ha convertido en un fuerte guerrero. “Es un libro que trae muchos momentos de prueba y de ver el carácter heroico de los personajes”, explica Joseph Michael Brennan.
En 2012 y mientras trabajaba como profesor de historia en un colegio de La Florida, comenzó a escribir el primer libro de la saga, Las cenizas del
juramento. Tras el interés del grupo Penguin Random House por publicarlo, escribió los dos siguientes: El príncipe de los cuatro vientos y La sangre de los dioses. Entre los dos primeros ha vendido más de cinco mil ejemplares.
Un universo propio con personajes característicos del género, pero con una intención clara del autor. “Sabiendo que la generación que me lee no es la que se enamoró de Tolkien fácilmente, quise escribir libros que no requiriesen tanta memoria, despliegue de mapas y genealogía”, explica. Así, el mundo creado por Brennan transcurre en pampas, montañas o selvas, escenarios menos frecuentes en la literatura de fantasía. Sin embargo, mantiene arquetipos del género como los personajes adolescentes que viven historias de maduración y búsqueda del destino.
Dentro de ellos se encuentra Aisha, uno de los mayores desafíos para el autor. Cuando publicó el primer libro, una crítica de Internet subrayó la casi nula presencia femenina en el relato. “Ese fue el momento en que me di cuenta que el feminismo tiene razón, que uno tiene el patriarcado metido hasta la médula. Pones a un gobernante y te sale hombre, pones a un general y te sale hombre, tienes que estar pensando en una madre para que te salga mujer”, comenta. Por esa razón, integró un personaje femenino en el segundo tomo. En el nuevo, figura más bien como punto de vista: “Hay un tercio del libro que está narrado desde ella, y fue un gusto hacerlo”.