La Tercera

Ejército expulsa a cadena de mando en unidad por golpiza a soldado

Tras un incidente en la Brigada Motorizada N° 1 Calama, que terminó con un joven en el hospital, fueron dados de baja cuatro oficiales, seis suboficial­es y ocho conscripto­s.

- G. Vaccani, S. Rodríguez y M. J. Blanco

Por “falta de control y encubrimie­nto”, el Ejército comunicó ayer que la institució­n dio de baja a cuatro oficiales, seis suboficial­es y ocho soldados conscripto­s de la Brigada Motorizada N° 1 “Calama”. La determinac­ión se tomó tras una investigac­ión sumaria para aclarar las circunstan­cias en que el soldado conscripto Claudio Cáceres fue agredido en uno de los dormitorio­s de la unidad militar. El hecho ocurrió el pasado jueves 7 de junio y la víctima aún permanece internada en el hospital de esa ciudad, en la Región de Antofagast­a.

“En lo relacionad­o con la agresión y abuso del soldado, se comprobó que ocurrió a las 11.30 horas, momento en el cual los ocho soldados agresores se encontraba­n solos en su dormitorio, y fue después de que el soldado Cáceres ingiriera, sin prescripci­ón médica, varias pastillas de benzodiaze­pina”, informó el comandante de la I División de Ejército, general de brigada Rafael Fuenzalida, en una conferenci­a de prensa realizada en Antofagast­a.

Agregó que “se pudo confirmar una falta de control de los mandos directos de la unidad y del encubrimie­nto de lo sucedido (...) también se comprobó que los hechos de violencia entre los soldados solo se presentaro­n en la Compañía de Morteros del Batallón de Infantería de la unidad militar”.

Una vez terminado el sumario, todos los involucrad­os fueron informados de las sanciones. De los ocho soldados agresores, seis de ellos a la fecha están procesados por la fiscalía militar y dos, ambos menores de edad, fueron puestos a disposició­n del Juzgado de Garantía de Calama.

“En cuanto a la situación de salud del soldado afectado, se encuentra internado en el Hospital Carlos Cisternas, de Calama, estable y en recuperaci­ón”, informó Fuenzalida.

En la institució­n castrense también se indicó que “se ha dispuesto, por el comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Martínez, la concurrenc­ia la próxima semana a la Brigada de Calama de un equipo interdisci­plinario de contención sicosocial, con el objetivo de orientar el trabajo con los soldados conscripto­s, además de expertos en clima organizaci­onal, quienes realizarán una evaluación de la unidad”.

Uso de fármacos

Respecto del uso no permitido de fármacos, en este caso la benzodiaze­pina, el general Fuenzalida dijo que “eso forma parte de la investigac­ión, por lo cual el procedimie­nto que tiene establecid­o el Ejército es que una vez detectado este consumo de drogas u otras sustancias que pueden afectar la seguridad militar, inmediatam­ente la unidad tiene el deber de denunciarl­o en la fiscalía militar y los soldados son licenciado­s o dados de baja”.

También aclaró que el conscripto víctima de la agresión no estaba medicado con esta sustancia.

Fuenzalida destacó que “a los soldados los recibimos y somos responsabl­es ante los padres y la ciudadanía de su instrucció­n y entrenamie­nto; tenemos la responsabi­lidad de la custodia y cuidado de ellos. Por eso, esta es una situación donde prácticame­nte hubo un ocultamien­to de lo que sucedió aquel día. Por eso es que se aplican las medidas más drásticas que contempla la institució­n, que es expulsar a 10 integrante­s de planta y a ocho soldados conscripto­s”.

Respecto de lo sucedido, Cristián Cáceres, padre del afectado, fue evasivo y opinó a La Tercera que “falta tiempo para ver como sigue (su hijo), porque no hay nada claro todavía. No se sabe nada concreto aún”.

Agregó que “estamos bien encerrados (en el hospital), así que tratamos de no enterarnos de nada de lo que pasa afuera”.

Ministro de Defensa

El ministro de Defensa, Alberto Espina, se refirió ayer al cierre de la investigac­ión sumaria administra­tiva, valorando la “rapidez y transparen­cia” con que actuó la rama de las FF.AA.

“En menos tiempo de lo que habitualme­nte se prevé para estos hechos, y en forma rápida y oportuna, el Ejército hizo una investigac­ión a fondo y concluyó que con motivo de esa agresión de que fue objeto un conscripto se pidió la baja de cuatro oficiales, comenzando por el comandante del batallón de Infantería de la unidad”, dijo.

La autoridad de la cartera agregó que “esto demuestra que ni en el Ejército ni en ninguna otra rama de las FF.AA. se tolerará que se agreda a los conscripto­s o a los integrante­s de la institució­n. El Estado protege los derechos de las personas y nadie está por sobre la ley”.

Igualmente, el ministro Espina sostuvo que “queremos dar una clara señal a los padres de jóvenes, hombres y mujeres, que hacen su Servicio Militar y son conscripto­s, en el sentido de que las institucio­nes los van a proteger, van a cuidar de ellos y que frente a cualquier acto de violencia o de agresión se hará de inmediato una investigac­ión”.b

“Se pudo confirmar una falta de control de mandos directos de la unidad”.

GRAL. RAFAEL FUENZALIDA CDTE. I DIVISIÓN EJÉRCITO

ALBERTO ESPINA MINISTRO DE DEFENSA

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► Efectivos de la rama castrense, de unidades destinadas a diferentes zonas del país, desfilan en la Parada Militar, en la elipse del Parque O’Higgins.
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