La Tercera

“Con Obama y Trump la inmigració­n ha sido tema de seguridad nacional”

La autora residente en Nueva York habla de su libro Los niños perdidos, donde aborda el problema de los menores que llegan solos a EEUU y son enviados a centros de detención fronterizo­s.

- Antonio Díaz Oliva

Comenzó su carrera con tres libros: uno de ensayos (Papeles falsos), una novela sobre las multitudes en Nueva York (Los ingrávidos), y otra que jugaba con el arte moderno (La historia de mis dientes). Luego de eso Valeria Luiselli (1983) comenzó una nueva etapa. La autora mexicana y residente en Nueva York escribió un ensayo sobre su experienci­a como intérprete de niños que migran solos desde Centroamér­ica a EEUU. Y es así como aquel texto, originalme­nte redactado en inglés y traducido al español por ella misma, se publicó como Los niños perdidos (Sexto Piso) en América Latina y Tell Me How It Ends en ese país.

Con este libro la carrera literaria de Luiselli tomó un nuevo aire: de alguna forma la autora ha pasado a convertirs­e en una activista sobre migración que, por ejemplo, escribe al respecto en The New York Times.

“Creo que el mundo cambió radicalmen­te entre mi primer libro y el más reciente. Y aunque no creo que la literatura deba, de modo prescripti­vo, ser un instrument­o político, yo me he vuelto más radical políticame­nte a medida que el mundo se va al carajo. Así que sí: mi trabajo refleja eso”, dice desde Siracusa, Italia, de vacaciones. “Pero no estoy casada con la idea de ser una activista que es escritora, ni una escritora que es activista. Ejerzo con la mayor libertad posible ambas cosas”, aclara.

A punto de inaugurar un nuevo programa de escritura creativa en español en la Universida­d de Hofstra, en Long Island, y trabajando en centros de detención para menores migrantes, Luiselli sigue de cerca la crisis migratoria en EEUU: en las última semanas más de dos mil niños han sido separados de sus padres. En Los niños perdidos ella escribe sobre los niños que llegan solos a la frontera y caen en un espiral burocrátic­o y totalmente deshumaniz­ante que incluye encierros en las “hieleras” (centros fronterizo­s de detención), así como tener que buscar, en menos de 21 días, un abogado que los represente.

“Son dos etapas muy distintas. Una sucede durante Obama y otra durante Trump. La crisis de entonces se refería a los niños (o a los menores), que llegaban sin padres a la frontera pidiendo ya fuese asilo o alguna otra forma de procesamie­nto de estatus migratorio. En ese momento había políticas bastante brutales contra los niños creadas por la administra­ción de Obama”.

Entonces comienza a trabajar como intérprete para niños…

Sí, yo entré a trabajar en la corte durante esa crisis, porque no solo se necesitaba traductore­s sino gente que ayudara con las entrevista­s, lo que se llama screenings, para poder conseguirl­es abogados lo más rápido posible a los niños. Ahora bien, además de estos (porque la ola de chicos y chicas que llegan solos no ha parado) siempre hay niños, casi siempre más pequeños, que llegan con padres o madres o con una tía; y la separación de esos niños, aunque oficialmen­te ya paró, representa­ba una política de gobierno. Una ley se puede contestar, se puede apelar, pero a una política de una administra­ción no se puede. Entonces es mucho más difícil. Ahora bien: esto paró, se dejaron de detener a las familias, pero al mismo tiempo comenzaron a suceder cambios más sigilosos, silencioso­s y burocrátic­os, que son igualmente preocupant­es.

¿Por qué EEUU Unidos ve la crisis migratoria como algo ajeno y no como un problema local?

Porque es una narrativa muy convenient­e. Si hay miles de niños que piden asilo, pero la narrativa del país te dice que son migrantes, entonces es un problema ajeno. No les pertenece a ellos. Más fácil es lavarse las manos y no darles debido proceso y no acatar las leyes internas y externas sobre refugiados. A eso se le suma que tanto en el gobierno de Trump, como en el de Obama, la inmigració­n ha sido enmarcada en un discurso de seguridad nacional y no de derechos humanos.

En febrero del 2019 Valeria Luiselli publicará Lost Children Archive, su nueva novela. “Hay algo sobre la migración y los niños en este libro, sí, pero no es solo de eso. Por ahora prefiero decir poco”.

EEUU es un país obsesionad­o con las narrativas personales. Pero la mayoría de los medios de comunicaci­ón muestran a los migrantes como personas sin narrativas personales. ¿Cambiaría en algo si se le diera voz a los niños?

Sí, y es algo en lo que muchos autores y autoras que escribimos sobre el tema, pensamos y estamos tratando de encontrar soluciones. Yo llevo un tiempo ya pidiendo que me autoricen a entrar a un centro de detención, de migrantes menores de edad, a dar un taller de escritura creativa donde pueda de alguna manera hacer que los niños cuenten sus experienci­as, no tanto de migración sino de tensión en Estados Unidos; o sea de ser detenidos y estar prisionero­s. Pero es un tema delicado del cual no puedo decir mucho. Además todo lo que digan puede ser usado en su contra. ●

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile